Tras la sobredemanda de 2021 y principios de 2022, desde el tercer trimestre el precio de los chips de DRAM y NAND han estado cayendo sin parar. Una caída libre que ha llevado el precio del giga de SSD a casi los seis céntimos de euros, mientras que el de un módulo de DDR4-3600 está a poco más de tres euros. Incluso con el parón de producción y de expansión de la producción llevada a cabo por Micron o Kioxia, los precios van a seguir cayendo sin tocar fondo hasta al menos agosto, y luego ya se verá.

TrendForce ha indicado al Wall Street Journal que el precio de la DRAM caerá otro 20 % en este primer trimestre seguido de otro 11 % en el segundo. Mientras, el precio de la NAND seguirá cayendo un 10 % este trimestre y un 3 % en el segundo. Eso se refiere a las nuevas contrataciones de los chips en sí, por lo que el producto final —módulos de RAM y las SSD— no reflejarán esos menores precios hasta el tercer trimestre del año.

TrendForce lleva revisando el precio de la NAND y DRAM cada pocas semanas desde mediados del año pasado, y siempre aún más a la baja de los que va indicando. La coyuntura económica es mala, con las inflaciones normal y subyacente disparadas, unido a falta de crédito y subidas de tipos de interés para combatir a la inflación pero que afecta negativamente a la demanda de los consumidores. Se espera que 2023 sea un mal año en el terreno económico, pero que se remonte el vuelo en 2024. Mientras, las tecnológicas están apretándose el cinturón con continuos despidos y cancelación de proyectos.

Vía: TechSpot.