El futuro de la generación de gráficos en el PC pasa por el trazado de rayos, aunque se está haciendo de rogar. NVIDIA pensaba hace cuatro años que en 2023 llegará el primer juego AAA que lo exija, pero no creo que siga en esa posición. Aun así, las unidades de trazado de rayos son algo estándar en las unidades gráficas, incluyéndose también en la arquitectura de Intel. Esas unidades podrían hacerse un hueco en la unidad gráfica integrada de los Meteor Lake que prepara Intel.

Una serie de cambios en el compilador gráfico de Intel (IGC) para Linux implementa las unidades de trazado de rayos para estos procesadores, igualando en la práctica la arquitectura de los próximos Meteor Lake a la de los chips Alchemist de las Arc. El IGC es un compilador de código en representación intermedia procedente de Vulkan, OpenGL, DirectX u OpenCL y lo transforma en código máquina para las unidades gráficas de Intel.

Por el momento la utilidad práctica del trazado de rayos es perder mucho rendimiento en juegos. En algunos casos es compensado por DLSS o FSR, pero salvo en juegos contados no es práctico activarlo, sobre todo en tarjetas gráficas más normales como una RTX 3060. Tampoco molesta, porque la transición del sector es hacia una generación gráfica cien por cien por trazado de rayos, trascendiendo a la actual rasterización, pero salvo sorpresas con las RTX 40 lo que visionaba NVIDIA en 2018 tardará en llegar.

captura_de_pantalla_2022-08-22_a_las_13.23.46.jpg

Vía: Videocardz.