Intel se lo está tomando con calma en el sector profesional y empresarial con sus próximos procesadores Xeon porque, tras años de mirarse al ombligo, AMD está acaparando una creciente cuota de ventas. Sus EPYC son extremadamente potentes con su diseño de chíplets que Intel está llevando a cabo con sus Sapphire Rapids. Hasta cuatro chíplets los conformarán para hasta 60 núcleos de procesamiento. Eso significa que ha tenido que rediseñar la composición de los procesadores y sus chíplets.

Esos bloques de que se componen los Sapphire Rapids han sido anotados en la planta de los chips como se puede ver en las imágenes de más abajo. Los cuatro chíplets tienen acceso a memoria, zonas de puente de interconexión multichip (EMIB), conexiones PCIe y hasta quince núcleos. Una de las zonas que podría confundirse con un núcleo es en realidad un bloque de control de memoria.

Los núcleos siguen comunicándose en una red en malla como los anteriores Xeon escalables, siendo una topología más eficiente en este tipo de diseños que el habitual doble anillo con testigo usado en procesadores de sobremesa. El rendimiento de una red en malla escala mucho mejor al añadir más núcleos. Entre los bloques hay otros habituales de tecnologías de Intel (DSA, QAT, etc.) y aprendizaje automático.

Vía: TechPowerUp.