El dicho popular español «a buenas horas, mangas verdes» hace referencia al primer cuerpo de policía de Europa que data del s. XV, la Santa Hermandad la cual vestía con camisas verdes, que era bien conocida por llegar siempre tarde a donde se les necesitaba. Al más puro estilo hispano. Algo así está ocurriendo con los productores de chips que no han sabido ver la explosión de demanda que iba a haber en esta década, o más bien no la han querido ver. Ahora, como si fueran la Santa Hermandad, llegan tarde a la planificación de la expansión de producción. A buenas horas, mangas verdes.

Las señales de que se necesitaba expandir la producción de chips llevaba en el sitio desde finales de 2018 pero el sector salía de una crisis de precios por sobreproducción de chips. Diversos planes de producción de fabricación se cancelaron para contener las bajadas a la espera de mejores momentos a llevarlas a cabo, pero la pandemia de la covid-19 ha convertido una mala decisión en una pésima decisión por parte de empresas como Samsung Foundry, que ahora quiere triplicar su producción de chips para 2026.

La filial de Samsung ha indicado que va a expandir sustancialmente la capacidad de producción de Pyeongtaek y que está considerando establecer una fábrica en los EUA. Actualmente es el mayor productor de semiconductores, la mayoría para autoconsumo en otras de las filiales de Samsung, siendo capaz de iniciar la producción de en torno a las 3 millones de obleas equivalente a 200 mm al mes. Esa triplicación de producción es una vuelta de tuerca a lo dicho de que la duplicaría en el próximo lustro.

La compañía solo tenía treinta clientes externos para sus fundiciones en 2017 pero en 2021 ya produce chips para más de un centenar de empresas, y la cifra va en aumento. Triplicar su capacidad de producción es una necesidad para la compañía si realmente quiere superar a TSMC como la mayor fundición para terceros, título que todavía mantiene la taiwanesa.

Vía: Tom's Hardware.