Los ambiciosos planes de expansión de TSMC incluyen la construcción de unas cuantas fábricas. Y esos planes no están cerrados a pesar de que son más de 100 000 millones de dólares de inversión ya que valora la construcción de otra planta de 20 000 M$ en Alemania. Pero la compañía taiwanesa de momento sigue con su expansión del campus que tiene en Hsinchu (Taiwán) el cual ha recibido el visto bueno del Gobierno.

Esa expansión se centrará, entre otras litografías, la de 2 nm (N2), siendo la más avanzada cuando entre en funcionamiento la fábrica que se va a construir para ello y que está entre los permisos recibidos por TSMC. Se espera que el proceso N2 entre en producción en 2024. Si se retrasa a 2025, que es una posibilidad, ya habría que ver si Intel consigue poner sus 2 nm (20 Å) en el mercado antes en 2024 —se espera para el T3 2024—, y para 2025 tiene planeado el proceso de 1.8 nm (18 Å) —en el T3 2025—. El nuevo calendario de Intel pone bastante presión a TSMC para que no se duerma en los laureles.

La construcción de la expansión de fabricación en el campus de Hsinchu comenzará a comienzos de 2022 y se realizará en cuatro fases para ir añadiendo capacidad de producción con el N2 en años posteriores. La construcción de la primera fábrica se completará en un año y llevará otro año el instalar la maquinaria y hacer la puesta a punto para iniciar la producción. En el mejor de los casos, la producción podría iniciarse en el primer semestre de 2024.

El principal problema es que TSMC hará en el N2 la transición a usar los GAAFET en lugar de los FinFET, por lo que podría encontrarse problemas inesperados durante la producción de prueba o durante el propio desarrollo de estos transistores. No parece el caso porque TSMC confía en que todo vaya como la seda, pero nunca se sabe.

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Vía: Tom's Hardware.