Hay pocos detalles que no se conozcan de los procesadores Alder Lake que prepara Intel que no tengan que ver con los nombres de los modelos y configuraciones de núcleos. Pero oficialmente no se conoce mucho de los chipsets que usarán las placas base de estos procesadores, previsiblemente la serie 600, y ahora llegan rumores de que no contarán con acceso a PCIe 5.0.

En su lugar se mantendría una conectividad PCIe 4.0, por lo que el almacenamiento PCIe 5.0 y una hipotética tarjeta gráfica PCIe 5.0 dependería de la conexión directa con el procesador. Probablemente sea una decisión de diseño ya que tendría que cambiar el DMI que comunica chipset y procesador, y también las placas base tendrían que incluir una electrónica mucho más cara para enviar y detectar las señales PCIe 5.0. También precisaría de refrigeración activa, con lo incómodo que podría ser.

Personalmente no veo la necesidad de PCIe 5.0 en el sector consumo ya que es una tecnología netamente orientada a centros de datos, y si sirve para que los precios no suban en exceso, no lo veo mal.

Vía: Tom's Hardware.