Intel está pendiente de lanzar sus procesadores Alder Lake S, pero eso es algo que ocurrirá en la segunda mitad del año. De momento, y siguiendo lo indicado el pasado marzo, la compañía ha anunciado el fin de la validación de los chíplets de cómputo usados en los Meteor Lake, los cuales se pondrán a la venta en algún momento de 2023. Estos procesadores son los de tres generaciones después de la 11.ª actual (Rocket Lake), tras la cual llegarán los Alder Lake y los Raptor Lake.

El siguiente paso es comprobar la integración con el resto de elementos del procesador, aunque la arquitectura que usará no está clara. Lo que sí se sabe es que usará la tecnología Foveros que se trata de apilar chips en un mismo encapsulado. Una vez se valide el buen funcionamiento de los chíplets de cómputo el diseño se grabará (en inglés tape-out) en fotolitos/fotomáscaras y se enviarán a la fundición para empezar las pruebas de producción del diseño final.

Es probable que no todos los chíplets usados en los Meteor Lake sean producidos por TSMC, al menos si son estos a los que se refería hace un par de meses, ya que la idea de la compañía es usar tanto como sea necesario las fundiciones externas para tener una alta disponibilidad de sus procesadores y cubrir así la demanda. No creo que sea una estrategia a largo plazo sino más bien a medio plazo mientras aumenta su capacidad de producción para hacer frente a la sobredemanda actual.

Vía: Tom's Hardware.