Los periféricos de Sharkoon tienen bastante atractivo para mí debido a que están orientados al sector económico y llegan con bastante calidad para lo que cuestan. Muchas veces los mejores productos a un precio alto no son realmente mejores que un buen producto a un precio razonable, y ahí englobaría el Skiller SGK30, un teclado mecánico que la compañía anunció en enero con un PVPR en torno a los 50 euros, un poco más o un poco menos según el país.

Desembalado

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La presentación del Skiller SGK30 se hace en una caja que se abre curiosamente por el lateral y Sharkoon destaca exactamente las principales características de este teclado. Eso es que tiene iluminación RGB configurable por tecla, usa interruptores mecánicos (azules o rojos) y que dispone de anti toques fantasma y seguidilla completa (n-key rollover, o detección individual de pulsaciones).

El teclado está sujeto en el interior en dos trozos de poliuretano y llega cubierto con una tapa de plástico que personalmente siempre encuentro práctica para que cuando no se está usando el teclado no se llene de polvo. Es un detalle siempre positivo. Debajo del teclado se puede ver el manual de instrucciones a todo color en varios idiomas que resume claramente las combinaciones de teclas de la Fn para ajustar aspectos como el brillo o tipo de iluminación del teclado.

El teclado en sí está fabricado en plástico negro, con buena rigidez y una superficie ligeramente rugosa. Da buena sensación al toque aunque tiene poco peso y el material usado no le quita el aspecto de teclado barato que ciertamente es lo que es este modelo. No hay ningún problema especial en los acabados del teclado.

La inscripción de las teclas se ha hecho con un tipo de fuente algo grande y queda poco discreto y no me termina de gustar, pero como sé mecanografía —más o menos— tampoco tengo que mirar al teclado al usarlo por lo que personalmente al final es una mera cuestión de estética mientras no se está usando. El problema de que sea una fuente tan grande es que se notan más los surcos al pasar el dedo por encima, y eso siempre le da una sensación extraña al reposar las manos.

Como buen teclado extendido dispone de un teclado numérico y de los cursores, con los ledes de información (bloqueo numérico, bloqueo mayúsculas y bloqueo de desplazamiento) en la parte superior izquierda. La barra espaciadora tiene inscrito el logo y símbolo de la compañía, y la tecla Fn tiene uno de los logos de Sharkoon en ella. Las teclas que tienen una funcionalidad especial están adecuadamente indicadas. A pesar de que se puede configurar directamente desde el teclado también se proporciona un programa de configuración que se puede descargar desde la web de la compañía.

En la parte inferior del teclado hay unos pies que solo tienen una posición de ajuste y cuya calidad da la misma sensación que es como la de teclados aún más baratos que este. No es mala calidad, pero hacen que dude sobre su durabilidad. Tampoco incluye reposamuñecas, pero al no tener demasiada altura que sea necesario o no dependerá del tamaño de mano de cada uno. Me he sentido bastante cómodo escribiendo este artículo en él.

El cable de conexión USB sale desde la parte central-derecha del teclado, y es un cable forrado de tela trenzada pero muy apelmazada. Puesto que es un teclado y no un ratón, tiene calidad suficiente para el día a día y tampoco se necesita más.

Características

Vídeo

Este teclado extendido tiene unos márgenes bastante normales en torno a las teclas haciendo que se quede en un tamaño de 440 mm × 144 mm × 35 mm. Puesto que está construido en plástico, su peso baja hasta los 867 g. Se conecta al equipo mediante un cable de 1.8 m de longitud acabado en un conector USB 2.0.

Poniendo la mirada en los interruptores, los del modelo recibido son de tipo azul y están fabricados por la empresa china Huano. Tiene un punto de actuación en los 2 mm, son de tipo táctil con un notable clic sonoro. Su fuerza de actuación es de 50 gF, y están tasados para una duración de cincuenta millones de pulsaciones. Son ligeramente más suaves que los azules de MX, pero para teclear, que es el principal uso de estos interrutpores azules, probablemente sea más del agrado de muchos. Al ser táctiles retienen un poco más la pulsación para evitar clics indeseados.

Skiller SGK30 de Sharkoon
Dimensiones440 mm × 144 mm × 35 mm
Peso867 g
ConexiónUSB
Cable1.8 m
InterruptoresHuano azules, disponible también con rojos
Disposición de tecladoEspaña
Detección individual de teclas
Extrasiluminación RGB por tecla
PVPR49.99 euros

La versión con los interruptores rojos son los habituales lineales de 45 gF de fuerza de actuación y con el punto de actuación a los mismos 2 mm. De esta versión no puedo hablar, pero sobre la azul diré que dan muy buena sensación de tecleo, y me ha gustado mucho. Son claramente mejores a los de Kailh, Outemu y otras marcas baratas que he probado hasta el momento.

En el siguiente vídeo podéis escuchar como suenan, y ciertamente tienen algún decibelio de más sobre otros táctiles sin clic sonoro. No es especialmente molesto —tienen un sonido parecido a los MX marrones del K95 de Corsair que uso para jugar— pero no están pensados para entornos de trabajo compartidos salvo que quieras molestar a la otra persona o realmente no le moleste este tipo de ruidos.

Vídeo

El teclado dispone de anti toques fantasma y seguidilla completa (n-key rollover), por lo que no presentará problemas al aporrear cualquier número de teclas a la vez. Las detectará todas. El teclado incluye tecla Fn para combinarla con otras teclas para acceso rápido a configuración tal como el brillo de la iluminación, su velocidad, controles multimedia y otros. La iluminación RGB es independiente por tecla, teniendo el teclado un buen nivel de brillo, regulable igualmente con la tecla Fn.

Programa de configuración

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El programa de configuración de los periféricos es donde se ve hacia qué mercado está orientada la compañía. En este caso Sharkoon está orientado al sector económico y como el resto de estas compañías prefieren mantener programas de configuración individuales para cada periférico que desarrollar un programa único para todos. Lo cual lleva a que, si por ejemplo compras unos auriculares, teclado y ratón de la misma compañía, tengas que tener instalado tres programas distintos. Poco práctico. Es más recomendable que estas compañías de proyección internacional den un poco más de cariño a los programas de configuración.

Sea como sea, el didicado para el Skiller SGK30 es básico y suficiente, pero al final tampoco veo una gran necesidad de tenerlo instalado. Es útil si se quiere crear y asignar macros a teclas concretas, porque hacerlo con la tecla Fn es poco eficiente. Para gestionar la luz sí que es útil la Fn, y el otro aspecto de configuración que es el de las teclas especiales a ciertas teclas o combinaciones también justificaría su instalación, y es básicamente por el mismo motivo que el de las macros.

En general el programa es muy simple, y también sirve para asegurar que el teclado tiene instalado el último firmware, que en estos teclados económicos es habitual que haya que instalar alguna para limar asperezas. En este caso, y habiéndose presentado hace un mes desde que escribo este análisis, no hay actualizaciones de firmware disponibles. La interfaz es sencilla, se ajusta a las pantallas de alta densidad de píxeles, permite crear varios perfiles de uso, y en general es básico pero suficiente. No es una maravilla, pero no se interpone en el camino del usuario.

Un teclado económico más que interesante

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No suelo analizar periféricos económicos porque las compañías suelen prestar más atención a sus modelos más caros, pero al final es lo que la mayoría de la gente busca. Es complicado que alguien acepte pagar cien euros por un teclado porque, bueno, es una pasta, y recibo siempre muchas preguntas por teclados sobre los cincuenta euros. Es como un tope sicológico para muchos jugones que quieren algo bueno, bonito y barato. Creo que el Skiller SGK30 entra dentro de ese terreno.

La sensación que da el plástico usado para este teclado es buena, y es un punto en el que Sharkoon ha tenido que recortar para ofrecer otras prestaciones como el RGB configurable por tecla y unos interruptores mecánicos decentes. Son de Huano, una empresa china más conocida por los interruptores de ratones, pero al final es el mismo mercado. Me dan una sensación bastante mejor de tecleo que los Kailh u Outemu habituales en los teclados económicos.

Teniendo en cuenta que los interruptores azules son táctiles —se nota al tacto el punto de actuación— con clic sonoro y más pensados para escribir, lo cierto es que si no fuera tan tiquismiquis con el ruido —además de que en estos tiempos no trabajo solo en casa— lo usaría sin dudarlo en mi día a día. Los rojos son lineales, más aptos para un uso en un hogar compartido al solo hacer el ruido del golpeteo de teclas, pero no he probado estos rojos de Huano; pero si son igual de buenos que los azules, darán una mejor sensación que los de Kailh y Outemu.

Es un teclado medianamente sólido, con buena sensación de tecleo, ajustado al tamaño extendido, que viene con iluminación RGB por tecla, y todo ello por apenas 50 euros. Sin duda los que no quieran gastarse mucho tienen un buen candidato en este teclado y es uno que usaría personalmente. No le veo pegas salvo el programa de configuración, que podría ser un poco más avanzado o mejor diseño, pero a la mayoría de los usuarios les resultará indiferente. Por eso no puedo dejar de recomendar la compra de este teclado a aquellos que tengan un presupuesto ajustado.

Puntuación

8.5

sobre 10

Lo mejor

  • Conjunto de características bastante bueno para el precio.
  • Se puede configurar desde el propio teclado además de con el programa de configuración.
  • Interruptores mecánicos Huano, bastante buenos para el precio.

Lo peor

  • El programa de configuración necesita un poco más de atención.
  • Fabricación en plástico. Es bueno, pero es plástico que le da sensación de teclado de 20 euros.