Corea del Sur ha estado invirtiendo dinero en el desarrollo de tecnologías que permitan la creación de paneles con una ultradensidad de píxeles y sobre todo ha estado colaborando con Samsung desde hace unos años en este terreno. A su vez, Samsung ha buscado ayuda fuera del país, cerrando una colaboración con la Universidad de Stanford que ha fructificado en el anuncio de un panel de tipo OLED que tiene una densidad de 10 000 píxeles por pulgada.

Estos paneles OLED recurren a la película OLED en sí emitiendo luz blanca mientras está entre dos láminas reflectantes. Una de ellas es una película de plata y la otra una metasuperficie, una superficie creada artificialmente con una estructura que permite el control y la manipulación de ondas electromagnéticas como las de la luz blanca emitida por el nuevo panel OLED. Esa estructura es de pilares de 80 nm de alto y hasta 100 nm de ancho agrupados en píxeles de 2.4 µm de ancho.

Cada píxel está dividido en cuatro subpíxeles de igual tamaño cuyo color queda determinado por el diámetro de los pilares los cuales dejan más o menos separación entre ellos, siendo importante a la hora de reflectar la luz blanca. Hay subpíxeles de color rojo (poco espaciados), dos verdes (moderadamente espaciados), y uno azul (muy espaciados). La capa OLED puede decidir qué subpíxeles ilumina para producir el color final de cada píxel, y tras rebotar la luz hacia esos subpíxeles y rebotar entre las capas, atraviesa la capa de plata y se ve el color final.

Los investigadores han indicado que este proceso permite estructuras de mayor densidad, imponiendo un límite en torno a los 20 000 PPP. El problema reside en que al reducir más el tamaño de los pilares se reduce también el brillo máximo del panel. También indican que frente a otras tecnologías en desarrollo basadas en microledes, la nueva tecnologia de Samsung y Stanford permite una gran calidad en la reproducción del color.

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Vía: EnGadget.