Una de las claras ventajas del conector USB tipo C es que permite todo tipo de protocolos —audio, vídeo, datos, carga— simultáneamente en una conexión, y eso lo convierte en muy versátil. Es el usado para las conexiones Thunderbolt 3, y gracias a esa versatilidad se puede prescindir de estar todo el rato poniendo y quitando cables de un portátil. Eso sí, siempre que se tenga el concentrador de conexiones Thunderbolt 3 adecuado, y el TB3-S1 de ORICO es uno de ellos, a quien agradezco la colaboración para este análisis.

Podéis usar el cupón ZZLJGWJA en Amazon hasta el 31 de julio para dejar el precio de este concentrador en 239.99 euros.

Desembalado y características

0_img_2186.jpg

Para un dispositivo como este concentrador Thunderbolt 3 no se necesita nada especial en el interior de la caja, aunque esta llega bien presentada. Nada más abrirla se puede ver el concentrador cubierto por un plástico insertado en una bandeja de poliuretano, que al retirarla se puede ver los dos elementos que se van a necesitar para usarlo: un cable Thunderbolt 3 y un cargador. Se incluye también un pequeño manual de instrucciones y una tarjeta de redes sociales de ORICO.

El concentrador tiene un tamaño de 210 mm × 90 mm × 23 mm y la carcasa está hecha en aluminio con un buen acabado. Está disponible en colores gris oscuro, gris claro y dorado. Es un concentrador bastante completo en cuanto a las posibilidades que ofrece, aunque de entrada echo en falta un conector HDMI, aunque en su lugar se incluye un DisplayPort capaz de mover paneles de hasta 8K y 60 Hz.

En ese mismo lado del DisplayPort también cuenta con un USB 3.0 tipo C, dos USB 3.1 marcados en verde, un USB 3.0 en azul, un RJ-45 tipo Gigabit Ethernet, y un lector de tarjetas SD. En el otro lado está la toma de corriente, un Thunderbolt 3 de conexión con el dispositivo anfitrión del concentrador, y un Thunderbolt 3 para hacer de puente con otro dispositivo de este tipo, y en cascada se podrían conectar hasta otros cinco dispositivos Thunderbolt 3 a este concentrador para conectarlo al anfitrión.

El cable Thunderbolt 3 suministrado tiene una longitud de 70 cm, y hay que tener en cuenta que estos cables Thunderbolt 3 son caros si son compatibles con carga, datos y vídeo como es el caso, por lo que es un cable de calidad y con buena longitud. La fuente de alimentación externa es de 120 W (24 V y 5 W); el cable de la propia fuente tiene una longitud de 140 cm, mientras que el cable con conector C13 tiene 120 cm de longitud.

Concentrador Thunderbolt 3 (casi) perfecto

0_img_2198.jpg

En mi día a día uso un MacBook Pro con puertos Thunderbolt 3 para trabajar, y por tanto tengo el perfil de usuario al que va dirigido este tipo de concentradores Thunderbolt 3. La limitación de tener solo cuatro conectores USB tipo C hace que la inmensa mayoría de dipsositivos que incluye cables con USB tipo A no son compatibles. Con el tiempo compras adaptadores o te las ingenias, y una posible solución suele pasar por comprar un monitor con Thunderbolt 3 que entregue carga, vídeo y datos a través de un solo cable. Pero si necesitas un monitor para diseño no todos lo tienen —de hecho, solo unos pocos—, y de hecho los mejores monitores del mercado para trabajo profesional no suelen tenerlo. Ahí es donde este concentrador TB3-S1 de ORICO entra en juego.

Para usarlo solo hay que conectar al puerto TB3 marcado al equipo anfitrión y a partir de ahí todo lo que se necesite conectar al equipo —en mi caso un MacBook pro— se hace cómodamente en este concentrador de conexiones. De esta forma, siendo un portátil solo hay que poner y quitar un cable cada vez que se use en casa el portátil o se lleve fuera. Un usuario medio podría conectar al concentrador un ratón, un teclado, quizás alguna SSD externa de las que llegan ya con cable USB tipo C, y el cable DisplayPort del monitor.

Puesto que el concentrador suministra hasta 60 W al equipo conectado, eso evita tener que meter y sacar de la cartera el cargador del portátil, haciendo que un concentrador Thunderbolt 3 sea imprescindible para estos equipos. Y es el futuro de las conexiones, porque el USB tipo A irá desapareciendo en unos pocos años, sobre todo cuando a final de este 2020 empiecen a llegar los equipos con USB 4.0 —basado en Thunderbolt 3— que usan por defecto el conector USB tipo C.

En el día a día no he tenido absolutamente ningún problema con el TB3-S1 de ORICO. Lo he probado conectando hasta un cable Ethernet, además de un DisplayPort, ratón, y un par de unidades externas. Todo ha funcionado sin problemas. Otra prueba que hice tiene que ver con el correcto funcionamiento en el día a día del puente Thunderbolt 3 conectándole el cable de este tipo del monitor U2720Q que uso actualmente, y el MacBook Pro detecta sin problemas el monitor, la señal de vídeo, ratón y unidades conectadas al monitor. El lector de tarjetas SD funciona sin problema —acepta tarjetas compatibles con SD4.0 de hasta 312 MB/s—, y el cable Ethernet permite alcanzar la velocidad de descarga de 1 Gb/s.

Para usar estos concentradores Thunderbolt 3 se precisa de un equipo que tenga una buena implementación del estándar Thunderbolt 3, aunque también vale para dispositivos con USB tipo C. He podido cargar sin problemas con 60 W un Inspiron 15 con un USB 3.0 tipo C, y detectaba el ratón; pero las implementaciones del USB tipo C de otras marcas, sobre todo de segunda línea, puede ser imperfecta y resultar incompatible. Pero eso ya es problema de las otras marcas. Por ponerle una pega, que no es poco habitual en este tipo de dispositivos, pueda ser que se calienta bastante, sin rozar en ningún momento lo insostenible. Sobre todo si tiene que suministrar alimentación al equipo.

Quizás podría echar en falta un conector HDMI de este concentrador, pero DisplayPort es por lo general un mejor conector y a través de él se detecta perfectamente el color de 10 bits del monitor que uso; con el HDMI se limita a 8 bits. Por tanto, la elección de conector hecha por ORICO es adecuada para el tipo de producto caro que es.

Si sois usuarios de un equipo con Thunderbolt 3 sabréis que este tipo de productos es caro, y el TB3-S1 cuesta 299 euros. Pero por el precio que tiene y lo que hay en el mercado, es una buena opción de compra, fiable y de buen rendimiento en todos sus puertos. He usado concentradores más baratos que al final tienen alguna limitación, ya sea en la carga que proporcionan o que no detectan bien los 10 bits de los monitores profesionales, por lo que al menos por ese precio te aseguras de que todo va a funcionar correctamente en el TB3-S1. Es un producto excelente.

Puntuación

9.5

sobre 10