Intel lleva un año y medio bastante malo en el terreno de la producción de procesadores que, con la creciente competencia de AMD, le está afectando a su cuenta de resultados. La compañía no puede reducir los precios sin afectar sus beneficios si antes no consigue aumentar la producción, y por eso ha pedido disculpas en una carta a sus socios por los continuos retrasos en la entrega de lotes de procesadores.

En ella el vicepresidente ejecutivo Michelle Johnston pide perdón, y recuerda que han aumentado enormemente la inversión de capital para la expansión de producción tanto de los procesadores de 14 nm como la producción a 10 nm. En esta situación indica que la compañía no es capaz de absorber el aumento de la demanda que ha habido de todos los procesadores, yendo en contra de lo que apuntaban todos los analistas para este 2019 y las propias previsiones de la compañía. Quizás por eso el éxito de los Ryzen de AMD se empieza a notar en las cuentas de Intel, pero no tanto como podría parecer.

Dejando esto a un lado, también hay cierto runrún de que Intel está aumentando su uso de fábricas de terceros para producir ciertos chips que no son para los procesadores de la compañía. Eso incluiría algunos chipsets, pero también los otros chips tipo FPGA que está desarrollando, como por ejemplo los Nervana que siguen estando producidos por TSMC a 16 nm para procesamiento de redes neuronales, o los de Mobileye a 7 nm para conducción autónoma.

Vía: Tom's Hardware.