Dejando a un lado todas las bromas que se pueden hacer sobre los continuos retrasos de los procesadores de Intel creados con un proceso litográfico de 10 nm, finalmente han empezado a llegar en volumen en forma de los Ice Lake. Son procesadores potentes, de menor consumo y sobre todo pequeños, lo que permite crear más chips por oblea. Los problemas de Intel se centraban en ese rendimiento de producción, y una vez solventados la compañía necesita actualizar más fábricas a los 10 nm.

Intel ha indicado que en el primer trimestre de 2020 la fábrica que tiene en Chandler (Arizona) pasará a fabricar también chips a 10 nm. Se une a las de Hillsboro (Oregón) y Kiryat Gat (Israel) en las que tiene centrada toda la fabricación actualmente. Durante 2020 se irán transformando otras fábricas a medida que se haga la transición de los 14 nm a los 10 nm para crear procesadores de portátiles, profesionales y centros de datos, así como FPGA. Los de sobremesa a 10 nm no se esperan hasta finales de 2020 o principios de 2021.

Intel también ha vuelto a incidir en que habrá varias generaciones de 10 nm, y que mantiene los planes de producir en masa chips a 7 nm en 2021. El primer producto que llegará al mercado con este proceso de 7 nm será una unidad de procesamiento gráfico (GPU) orientada a centros de datos. También están haciendo avances con el proceso litográfico de 5 nm pero no ha dado más detalles al respecto salvo un «tenemos el desarrollo de este proceso muy avanzado».

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Vía: AnandTech.