Intel ha avanzado algunas de las novedades que mostrará en su conferencia del 28 de mayo, y la que puede ser más interesante es la de los procesadores Ice Lake U fabricados con chips de 10 nm. Su principal novedad es la integración de una unidad gráfica de generación 11, que supondrá un aumento sustancial de rendimiento respecto a las unidades gráficas de gen. 9. Pero como todo, dependerá previsiblemente del modelo concreto.

La compañía ha mostrado varias transparencias comparando un Ice Lake U de una potencia de diseño térmico (TDP) de 25 W frente al Ryzen 7 3700U de 25 W y que hace uso de una Radeon Vega 10 integrada. Siempre según las pruebas realizadas por Intel, la unidad gráfica de ese procesador Ice Lake U superaría en rendimiento en la mayoría de los casos a la Radeon Vega 10, aunque tampoco por mucho margen. En general tendrían una potencia similar.

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Comparándolo con respecto a una unidad gráfica de gen. 9, la mejora del rendimiento se podría situar en torno al 70 %, aunque variando bastante según la prueba de rendimiento o juego concreto. Aparece por ejemplo una mejora del 81 % en World of Tanks a 1080p y calidad media, del 43 % en Fortnite a 1080p y calidad baja, o del 82 % en Dirt Rally 2.0 a 1080p y calidad baja. La posiciona como una unidad gráfica para jugar modestamente.

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También ha mencionado la característica de tasa variable de sombreado (VRS) de DirectX 12, y que es algo nuevo de la arquitectura gen. 11 de Intel y que podría mejorar hasta un 40 % el rendimiento en los juegos que lo implementen. VRS es una forma de establecer máscaras de zonas que se pueden renderizar a una calidad inferior, lo que por tanto libera recursos para centrarlos en las zonas de renderizado normal.

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Vía: AnandTech.