AMD asentó las bases de su recuperación en el sector de las unidades centrales de procesamiento (CPU) con la llegada de los procesadores Ryzen, pero tiene que demostrar que puede hacer lo mismo en el de las unidades de procesamiento gráfico (GPU). De momento todos los analistas están viendo con muy buenos ojos lo poco que se ha ido sabiendo de la renovación de tarjetas gráficas y procesadores, augurando un gran aumento de ventas durante el tercer trimestre del año.

Los Ryzen 3000 de sobremesa con arquitectura Zen 2 serán presentados previsiblemente en la Computex de finales de mayo y puestos a la venta en junio, mientras que las tarjetas gráficas con GPU de tipo Navi podrían mostrarse en esa misma feria pero no llegarían hasta julio. Aun así, AMD tendría todo listo para la renovación de equipos de la campañas de vuelta a clase de agosto-septiembre, y además conseguiría incentivar la renovación de equipos entre todos aquellos que están esperando estos procesadores y tarjetas gráficas.

Pero los ingresos de la compañía del primer trimestre del año caerán en torno a un 24 % debido al criptocrac, antes de aumentar enormemente durante el segundo y tercer trimestre del año. Las ventas de los chips Vega 20 de la Radeon VII no han conseguido paliar esa disminución de ventas de tarjetas gráficas, y tampoco ha ayudado el continuo descenso de precio de las Radeon RX 500 debido a un estancamiento del sector PC.

En los apartados positivos y como fuentes adicionales de ingresos, las mejores expectativas de ventas de los Ryzen 3000 también fomentarán las ventas de chipsets como los nuevos X570 que dispondrán PCIe 4.0. Los fabricantes de placas base están aumentando el volumen de producción de placas base para procesadores Ryzen, lo que unido a un alto volumen de ventas de chips gráficos Navi y procesadores Ryzen llevará a AMD a tener un gran año 2019. Al menos, en teoría.

Vía: Hot Hardware.