Intel no ha tenido más remedio en la 9.ª generación de procesadores Core que meterse en un terreno que había dejado atrás durante varias generaciones: usar un material de transferencia térmica (TIM) de soldadura en sus procesadores para overclocking. Puesto que los procesadores presentados por ahora tienen esta orientación —9600K, 9700K y 9900K—, ha sido bien recibido por la comunidad, e incluso Intel demostró la capacidad de subida que tienen ahora.

Los dos primeros contratados para demostrar el uso de nitrógeno líquido para llevar al límite a estos procesadores han conseguido poner al Core i9-9900K en los 6.9 GHz con todos los núcleos activos. Alcanza los 7.4 GHz con un solo núcleo activo, en un proceso de subida que tendrán que ir perfeccionando los próximos meses para seguir batiendo récords de overclocking.

El uso de un material de soldadura como TIM frente a la pasta térmica tiene su ventaja fundamental en que mejora la transferencia de calor entre la pastilla —el chip en sí, tal cual recortado e una oblea— y el difusor térmico integrado (IHS) que es la tapa de metal del procesador. Se espera que estos procesadores tengan buenas temperaturas de funcionamiento, si bien el usar este material puede hacer que la vida útil del procesador sea inferior que usando pasta térmica —la contracción y expansión del material de soldadura con el calor de una manera caótica afecta al chip en sí y a la tapa, y no solo a una pasta térmica usada—. Aunque no es nada de lo que preocuparse salvo que quieras que tu PC dure más de una década. Por tanto, este cambio va a ser muy bienvenido por todos los entusiastas, y uno que no tengo muy claro que Intel lleve a próximas generaciones.

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Vía: AnandTech.