Inicialmente Android Wear, posteriormente Wear OS, llegó en 2014 y la versión de Apple, watchOS, en 2015, pero la diferencia fundamental es que el sistema operativo para relojes de Apple usa fondos de color negro junto a pantallas OLED para reducir el consumo del reloj en lugar de fondos coloridos o blancos. Lo consigue. Puesto que la autonomía de los relojes inteligentes es el mayor problema para que deje de ser un nicho de mercado, lo razonable es que Google hiciera lo mismo. Y lo hace en el rediseño de Wear OS anunciado.

Veo de entrada otra intención por parte de Google, y una solicitada por los fabricantes de relojes inteligentes. Con este acercamiento al aspecto de watchOS, los usuarios de un iPhone —más del 40 % de los que compran un móvil en EE. UU., por ejemplo—, pueden tener algo más similar a lo que esperarían de un reloj de Apple. Quizás consiga mejorar las ventas de los Wear OS con ello, y el cambio de nombre de Android Wear a Wear OS también se debió a que Google no quería dar la idea de que solo funcionan con Android. También lo hacen, no tan bien, con iOS.

Dicho eso, que me parece que es necesario establecer el contexto de esta actualización, Google ha rediseñado el sistema de ajustes, notificaciones, y el uso en general del sistema operativo. Deslizando desde la derecha hacia dentro aparece información de actividad física —pone especial atención en ello, trabajando en una nueva Fit junto a la Asociación Americana del Corazón y la Organización Mundial de la Salud—, desde arriba los ajustes, desde abajo las últimas notificaciones, y desde la izquierda el acceso al Asistente de Google. Mantiene un funcionamiento similar al de Android en sí.

El aspecto es mucho más claro y minimalista, sin nada recargado, pero generalmente la esfera circular para un reloj inteligente con este diseño resulta inapropiada, saliendo beneficiada la rectangular de otros como el Apple Watch. En la parte superior e inferior aparece información cortada que, para verla completa, hace falta desplazar la pantalla. Pero eso ya son cuestiones de los diseñadores de relojes inteligentes más que de Google, que solo pone el sistema operativo.

Google empezará la distribución de esta nueva versión en los próximos meses.

Vía: 9to5Google.