El sector de la tecnología no es ajeno a las modas. La actual es la inteligencia artificial, y la anterior fue el internet de las cosas. La próxima, quién sabe. Pero el caso es que el internet de las cosas sigue siendo un sector importante que, si bien no recibe ya tanta atención, a Samsung le sigue pareciendo rentable. La compañía coreana ha presentado un nuevo procesador orientado a dispositivos del internet de las cosas, el Exynos i S111.

Está orientado específicamente al internet de las cosas de banda estrecha (NB-IoT), lo que implica que tiene conectividad celular, de acuerdo con el estándar de la 3GPP. No es necesario que sea con un alto ancho de banda, sino todo lo contrario, banda estrecha, y por tanto se queda en velocidades de 127 Kb/s de bajada y 158 Kb/s de subida. Se hace a través de una comunicación en un conjunto reducido de frecuencias para facilitar la comunicación entre máquinas.

En última instancia, lo que viene a aportar NB-IoT es una comunicación fiable entre dispositivos dentro de amplias zonas sin que haya problemas de cobertura, y con un largo alcance de comunicación. El Exynos i S111 está creado para hacer un consumo mínimo, y un par de pilas AAA le podrían dar una autonomía a un dispositivo de en torno a diez años. Es útil por tanto en redes de motas o sensores, que si se incluyen repetidores, la señal puede alcanzar hasta diez kilómetros. Son también chips que pueden entrar en un modo de reposo extendido en el que solo hacen comprobaciones cada 40 minutos.

Este chip también incluye sistemas de posicionamiento global, como GNSS, GPS, Galileo y BeiDou, por lo que se puede usar también en soluciones para vehículos. El chip incluye una pequeña CPU de un núcleo Cortex-M7 a 200 MHz, una cantidad limitada de memoria SRAM, además de un circuito integrado de radiofrecuencia, y el módem tipo LTE.

Vía: Samsung.