Apple es la mayor empresa del mundo, y su valor de mercado se sitúa sobre los 900 000 M$. Es una empresa comprometida —hasta cierto punto— con la fabricación de productos en su tierra natal, pero sin tener dinero en efectivo en el país es difícil invertir más. Sin embargo, Trump y su «América primero» ha llevado a que, tras discutirlo con las grandes empresas tecnológicas, haya reformado las leyes fiscales para realizar una bajada de impuestos para la repatriación del dinero que tienen en el extranjero.

El primero en hacer un gran anuncio al respecto ha sido Apple, que va a repatriar 252 000 millones de dólares para pagar 38 000 M$ en impuestos, apenas un 15.5 %. Resulta mucho más favorable, y además en la reforma se contempla que todo beneficio obtenido en el extranjero se puede considerar directamente repatriado y se aplica dicha tasa impositiva reducida.

Puesto que la compañía mantiene el 94 % de su dinero en efectivo fuera de EE. UU., no podían invertir en el país salvo pidiendo grandes créditos, que terminaba saliendo mucho más rentable que pagar el impuesto de repatriación de capitales. Tim Cook ha anunciado como primera medida una gran inversión de 350 000 millones de dólares en EE. UU. para ampliar sus operaciones, a lo largo de cinco años.

Con 30 000 de esos millones estima la creación de 20 000 puestos de trabajo, que irán a sus actuales edificios y a otro nuevo campus en el país, en una ubicación todavía por anunciar. Expande la cuantía de su fondo de fabricación avanzada de los 1000 M$ a los 5000 M$ para ayudar a expandir las operaciones de varios de sus proveedores. Otros 10 000 M$ irán destinados a crear nuevos centros de datos en los EE. UU. Las iniciativas educativas para fomentar las habilidades CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Vía: TechCrunch.