La compañía británica ARM, comprada el año pasado por la japonesa Softbank, sigue expandiendo su campo de acción a nuevos mercado. En esta ocasión ha iniciado una nueva gama de procesadores de imagen o ISP para el sector de la automoción, y concretamente para los sistemas avanzados de conducción asistida o ADAS. El chip Mali-C71 apunta además a lo más alto del sector.

El objetivo de este chip es poder manejar un alto número de cámaras, de diez a doce, con rango dinámico ultraamplio (ultra-WDR) para imágenes con hasta 24 paradas, que es más de lo que los teléfonos actuales tienen, y más que las 15 paradas o cambios en la exposición de que disponen las cámaras réflex digitales. Esto significa que es un chip que puede usar las cámaras para detectar formas en zonas poco iluminadas o muy iluminadas de una imagen, como por ejemplo cuando el sol está en la zona a la que apunta la cámara.

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Uno de los objetivos que tiene ARM con este tipo de chips es la de que la industria utilice únicamente soluciones basadas en captura de imágenes en la conducción autónoma. El Mali-C71 puede mostrar imágenes para una pantalla del vehículo así como inyectar el resto a sistemas de visión computerizada para su análisis. Puede procesar hasta 1.2 gigapíxeles por segundo con cuatro cámaras en tiempo real y 16 capturas de cámaras simultáneas.

Sigue todas las normativas de seguridad necesarias para los sistemas ADAS más exigentes, por lo que ARM va a entrar fuerte en este sector. El desarrollo de este chip se ha hecho posible tras la adquisición el año pasado de la empresa Apical por parte de ARM.

Vía: AnandTech.