Microsoft ha tenido una semana movida en el terreno de Windows, con la distribución de la actualización Windows 10 Creadores y la jubilación de Windows Vista. Pero también hay otros puntos grises que afectan a versiones más modernas de Windows, como son la 7 y 8.1, para las cuales ha entrado en vigor un bloqueo de actualizaciones para sistemas con procesadores modernos.

Esos procesadores son los Ryzen de AMD y Kaby Lake de Intel. Los usuarios de este tipo de equipos están viendo notificaciones de que tienen "hardware no compatible", y que "utilizan un procesador diseñado para la versión más reciente de Windows". Esto hace que las actualizaciones de seguridad más importantes no puedan ser instaladas en sus PC.

La decisión de Microsoft respecto a Windows 7 es comprensible, puesto que tampoco recibe cierto tipo de actualizaciones, pero los usuarios de Windows 8.1 sigue recibiendo asistencia por parte de Microsoft. Todo pasa por que Microsoft quiere que todos los usuarios se pasen a Windows 10, de una forma u otra.

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Vía: Ars Technica.