Como ha indicado AMD anteriormente, sus procesadores solo aceptan hasta una velocidad de 2667 MHz sin recurrir al OC—más en la práctica que los últimos Kaby Lake—, y más allá de eso hay que tener mucho ojo con la memoria que se utiliza. AMD aconseja mirar la lista de memorias compatibles para la placa base que se haya elegido antes de comprarla, ya que puede no ser compatible por alguna razón, además de mantener la BIOS actualizada.

Esto es algo que no suele ocurrir con las placas para procesadores Intel, pero los Ryzen son una novedad y se necesitará tiempo de pruebas que las memorias funcionen correctamente de fábrica. Esto me ha ocurrido con la placa B350 Tomahawk, que tuve que comprar una memoria específica para que funcionara a 2933 MHz.

Velocidad DDR4 (MT/s)Rango de memoriaN.º DIMM
2667Simple2
2400Dual2
2133Simple4
1866Dual4

Una vez elegida la memoria, se activa A-XMP en la BIOS para utilizar los perfiles de memoria de la misma, aunque se pueden usar también configuraciones a mano. AMD ha vuelto a recordar que se utilice el plan de energía de alto rendimiento con los procesadores Ryzen, o podría provocar pérdidas de rendimiento en los equipos de sobremesa. Es algo que tienen pendiente de actualizar en Windows 10.

AMD también ha compartido una prueba de rendimiento en el que varían la configuración, como por ejemplo la velocidad de memoria, el perfil de energía o el estado del temporizador de eventos de alta precisión (HPET) en la BIOS —recomiendan tener activado HPET, si la placa cuenta con ello—. AMD también enviará a los fabricantes de placas base unas actualizaciones a los chipset para que puedan utilizarse memorias DDR4 por encima de los 3200 MHz.

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Fuente: AMD. Vía: TechPowerUp.