La disputa que lleva abierta desde hace años entre Samsung y Apple ha avanzado un paso más hacia su conclusión, aunque ha sido con un minipunto a favor del equipo Samsung. El Tribunal Supremo de los EE. UU. ha echado por tierra la decisión del juez que lleva el caso de que tenían que pagar 339 millones de dólares a Apple, y el caso será devuelto al tribunal correspondiente para que se decida una nueva cifra menor de la indicada.

El Tribunal Supremo cree en el argumento de Samsung de que un artículo manufacturado puede ser un componente de un teléfono y no el teléfono en sí, por lo que en la estimación de los daños y perjuicios se tendría que tener este hecho en cuenta en lugar de valorar el teléfono completo. La disputa entre Apple y Samsung es debida a que Steve Jobs consideró que los primeros Galaxy de Samsung plagiaban el iPhone.

Los miembros del Tribunal Supremos no han tomado ninguna decisión sobre el hecho de si las patentes infrigidas por Samsung afectaban a un componente o a todo el dispositivo, y será algo que se tendrá que dilucidar nuevamente el juez que lleva el caso. El cuento de nunca acabar.

Vía: 9to5Mac.