Los vehículos autónomos no se van a restringir al transporte de pasajeros, ya que también hay compañías que van a fabricar vehículos de carreras. Ese el caso de la competición Roborace, la cual empleará en los vehículos la plataforma Drive PX 2, presentada por NVIDIA el pasado enero.

Esta incluye dos procesadores y dos GPU de nueva generación fabricados a 16 nm para dispositivos móviles a los que la compañía no ha dado un nombre. Están orientados a la computación, algo necesario para el aprendizaje profundo, la rama de la inteligencia artificial en la que se basa la conducción autónoma.

La potencia de procesado que ponen encima de la mesa los doce núcleos que posee la PX 2 permite hacer 24 millones de operaciones por segundo, permitiendo combinar así la información de los distintos sensores del vehículo. Probar esta tecnología en un entorno cerrado, como un circuito de carreras, es un buen campo de pruebas para esta tecnología.

Vía: The Verge.