Aunque está cerca la renovación de gamas de tarjetas gráficas tanto de AMD como de Nvidia, la reciente llegada de los primeros juegos que funcionan con DirectX 12 hace interesante revisitar las tarjetas gráficas que están actualmente a la venta. Es por ello que en el presente análisis me centraré en ese aspecto.

Una de las tarjetas gráficas que más beneficiadas salen de ello es la R9 390, aunque hay que coger esa acepción con pinzas. Por el rango de precios que ha ocupado este tiempo, generalmente al menos un 10 % por encima de la GTX 970, es de esperar que tuviera al menos una mejora similar con respecto a ella, aunque no siempre ha sido así bajo las DirectX 11.

En el caso de la Asus R9 390 DirectCU III del presente análisis, el precio se sitúa entre los 380 y 390 euros, lo cual es un 20 % más del precio de una GTX 970 básica y por tanto a priori, dejando capacidades de overclocking a un lado, debe rendir al menos entre un 10 y un 20 % más de rendimiento que una GTX 970 básica.

Asus R9 390 DirectCU III

La caja de la Asus R9 390 DirectCU III incluye la tarjeta perfectamente empaquetada en una bolsa aislante situada dentro de espumilla, y una carpeta con varios extras que incluye un DVD con los controladores, el manual, la garantía y un adaptador PCIe.

La tarjeta es una versión subida de fábrica, por lo que funciona a una frecuencias de 1050 MHz lo que le da en torno a un 3 % más de potencia con respecto a la tarjeta de referencia de AMD. Pero en este caso, llega con tres ventiladores para poder realizarle un overclocking más fuerte, y se pueden alcanzar los 1130 MHz sin tocar los voltajes. Subiéndola en torno a los 100 mV la tarjeta puede mantenerse en torno a los 1.200 MHz, según el chip que haya tocado. La memoria también se puede subir hasta los 6,7 GHz.

Estas subidas permiten que se tenga hasta un 10 % de potencia adicional sobre la frecuencia base de 1050 MHz. Es una buena subida para la arquitectura GCN de AMD, y en general este potencial es de gran interés para el precio que tiene la tarjeta y la orientación netamente de overclocking que tiene.

Comparativa gráficas AMD
Característica Radeon R9 FURY Radeon R9 390 Radeon R9 380X Radeon R9 380
Chip Fiji Grenada Antigua Antigua
Variante Fiji PRO Grenada PRO Antigua XT Antigua PRO
Shaders 3584 2560 2048 1792
Uds cómputo 56 40 32 28
Uds textura 224 160 128 112
Uds renderizado 64 64 32 32
Velocidad 1000MHz 1000MHz 970MHz 970MHz
Memoria HBM GDDR5 GDDR5 GDDR5
Tamaño 4 GB 8 GB 4 GB 2 GB
Bus memoria 4096 bits 512 bits 256 bits 256 bits
Frec memoria 1GHz 6GHz 5.7GHz 5.5GHz
Ancho de banda 512 GB/s 384 GB/s 192 GB/s 182 GB/s
Consumo 275W 275W 190W 190W

Preámbulo al rendimiento en juegos

Voy a empezar este apartado diciendo lo que vais a encontrar: rendimiento en juegos a 1080p. Siendo la resolución a la que juega la inmensa mayoría de jugones, y tomando en cuenta el tiempo que me iba a llevar realizar las pruebas de rendimiento bajo DX11 y DX12 a las cinco tarjetas gráficas anteriores y en diferentes equipos, me parece un buen punto de partida.

Las resoluciones de 1440p y 4K las dejaré para cuando tenga las tarjetas gráficas idóneas para ello, como las Radeon Fury o GTX 980, o al menos un SLI o CrossFire de las GTX 970 y R9 390. En muchos juegos se puede jugar a 1440p con bastantes FPS (League of Legends o Heroes of the Storm, por mencionar dos juegos muy jugados), pero para los shooters se requiere de tarjetas gráficas bastante más potentes.

La realidad es que a esas dos resoluciones, 1440p y 4K, las tarjetas gráficas de AMD se portan bastante mejor comparativamente que las Nvidia debido a que poseen un mayor ancho de banda.

Computación asíncrona

Pese a que ya han llegado un puñado de juegos que usan las DirectX 12, de momento los controladores de AMD y Nvidia siguen estando en beta, así como las propias DirectX 12. Por tanto, y hasta que no haya una muestra suficientemente grande de juegos que las utilicen, habría que ser cauto a la hora de sacar conclusiones sobre el rendimiento.

Aun así, las tarjetas de AMD tienen implementadas una características denominada sombreadores asíncronos, que permiten optimizar la ejecución paralela de tareas con el objetivo de tardar menos en que los sombreadores de una GPU (ya se llamen núcleos CUDA, procesadores de flujos, o como se quieran llamar en cada arquitectura) hagan su función: establecer el nivel de iluminación y sombras de un píxel en concreto.

Las tarjetas gráficas se componen de múltiples ALU (unidades aritmético lógicas) encargadas de realizar cálculos, y agrupadas para poder operar sobre una misma información que las GPU son capaces de separar en partes. En las librerías gráficas de alto nivel como DirectX 11, que se consideren una única información implica que solo se puedan ejecutar una instrucción de la GPU a la vez (ya sea algún cálculo de físicas, luz o texturas) y por orden.

Usando la computación asíncrona de DirectX 12, se puede conseguir que las ALU trabajen más independientemente siempre que cojan la información sobre la que tienen que operar de recursos distintos de la GPU y llevados los resultados a los sombreadores (los que deciden el nivel de color e iluminación de un píxel, por ejemplo) en menos tiempo, reduciendo el tiempo de renderización de una escena.

Gracias a la arquitectura de GCN, ideada para la computación asíncrona (debido a la experiencia previa de AMD con los controladores Mantle, base de los Vulkan), sale beneficiada de DirectX 12.

Rendimiento en juegos

La configuración gráfica de los juegos para las pruebas está puesta a máxima resolución, con antiescalonamiento FXAA en todos los casos, y eliminando de la configuración las características específicas de las tarjetas gráficas (como el PureHair de AMD o el HBAO+ de Nvidia). Los valores de las pruebas son todas a 1080p.

Rise of the Tomb Raider

Los estudios de videojuegos suelen optar por trabajar junto a una de las dos grandes compañías de tarjetas gráficas para optimizar el rendimiento para ellas. Es una práctica muy habitual, y eso suele tener como resultado que perjudican a la competencia. En el caso de Rise of the Tomb Raider, cuyo parche de DirectX 12 llegó en marzo, es un título pro-Nvidia.

La GTX 970 sale mejor parada en las pruebas de rendimiento frente a la R9 390. En DirectX 11, más dependientes de la CPU, la R9 390 con un antiguo i7-860 alcanza los 48 FPS, mientras que con un i7-6700K permite que alcance los 63 FPs.

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En el caso de DirectX 12, la activación de efectos adicionales hace que el rendimiento baje con la GTX 970 y R9 390, y se sitúan en torno al mismo nivel, en este caso sin ventaja para las gráficas Nvidia.

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Ashes of the Singularity

Ashes of the Singularity se supone que es un juego, aunque no conozco a nadie que lo juegue. Es en realidad la prueba de rendimiento básica para las DirectX 12, puesto que la compañía va implementando poco a poco todas las características posibles de esta librería gráfica.

Bajo DirectX 11, la historia es la conocida: la potencia del procsador afecta muy directamente al rendimiento gráfico, limitando notablemente el rendimiento en los más lentos aunque tengan una gráfica potente.

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La historia bajo DirectX 12 es muy diferente. La CPU limita notablemente menos, importando más el número de núcleos que su potencia. De ahí que un i7-860 de hace casi siete años permita exprimir mucho más la R9 390, la cual queda notablemente por encima de la GTX 970, ambas con un i7-6700K.

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Hitman

El caso de Hitman es la contrapartida de Rise of the Tomb Raider, puesto que se trata de un título subvencionado por AMD. El resultado es que las tarjetas de Nvidia quedan muy por debajo de las de AMD, aunque esto mismo ya ocurrió con Hitman Absolution mucho antes de la llegada de las DirectX 12.

En este caso en la gráfica la 7970 mantiene las calidades bastante por debajo de la competencia, por lo que si bien queda al nivel de una GTX 970, sólo permite funcionar con la calidad de texturas a intermedio en vez de ultra, resolución de sombras a intermedio en vez de ultra y la calidad de las sombras a intermedio en lugar de en alto.

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La historia usando las DirectX 12 es prácticamente igual. No aportan diferencias en el ranking, aunque al usar procesadores menos potentes permite ganar bastante rendimiento (la R9 390 con un i7-860 pasa de 48 FPS a 56 FPS, descargando de trabajo a la CPU).

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Conclusión

La Asus R9 390 DirectCU III es una tarjeta gráfica excepcional, con un buen overclocking de fábrica, que no defrauda. Su rendimiento es el que promete AMD para esta serie, pero siempre está el inconveniente de los pactos entre desarrolladoras de juego y los fabricantes de las GPU. Por eso no siempre rinden por igual las tarjetas gráficas de AMD con juegos de sello Nvidia, y viceversa.

Pero cuando están optimizados para las gráficas de AMD, como es el caso de Hitman, los resultados son excepcionales. Además, esta generación de tarjetas gráficas de AMD tienen la ventaja de ser compatibles con los sombreadores asíncronos de DirectX 12, y en estos juegos, en los años venideros, les proporciona una ventaja de rendimiento palpable.

Puntuación

9.5

sobre 10

Lo mejor

  • Funcionamiento silencioso.
  • Buen sistema de refrigeración.

Lo peor

  • La arquitectura GCN no permite grandes modificaciones de los relojes.