El FBI afirma que necesita la ayuda de Apple para desbloquear el iPhone de uno de los perpetradores de la masacre de San Bernardino del pasado diciembre, algo puesto en duda por varios expertos. Un tribunal de California emitió una orden judicial para que la compañía de Cupertino procediera a ello, a lo que esta se ha negado. Tras remitir sus razones al tribunal, el Departamento de Justicia ha contestado a Apple.

En opinión de las autoridades federales, la estimación de recursos que ha hecho la compañía para conseguir hackear el teléfono son razonables. Además, han añadido que, si son necesarios, es el resultado de la decisión de la compañía de hacer que sus productos no puedan ser registrados por el gobierno ni con una orden judicial.

En cuanto a las alegaciones de Tim Cook de que la orden emitida es peligrosa, inconstitucional y mala para América, han respondido que esta es modesta y que sólo se aplica a un teléfono, y que no pide que de al gobierno una puerta trasera o una llave maestra. Por otro lado, en relación a los apoyos que ha recibido de otras compañías, han indicado que no es más que una distracción, y que forma parte de la necesidad que tiene Apple de que esto no sea sobre un iPhone aislado.

Obviamente, Apple no ha tardado en responder al Departamento de Justicia nuevamente, indicando su vicepresidente, Bruce Sewell, que el tono parece más bien una acusación formal contra la compañía, y que jamás "ha visto un informe legal que trate de difamar a la parte contraria con acusaciones falsas e insinuaciones en vez centrarse en los méritos del caso".

En cuanto a la encriptación de los dispositivos, Sewell comentó que lo hacen para proteger a los clientes de los hackers y los criminales. También valoró la actitud del FBI, indicando que es un golpe bajo, ya que siguen colaborando con la agencia federal y con el Departamento de Justicia. Añadió que parece que disentir con ellos significa que se es malvado y antiamericano.

Por otro lado, desde Apple han hecho la observación de que el FBI está empezando a contradecirse. Su director afirmó que cambiar la contraseña de iCloud del iPhone del sospechoso fue un error, aunque ahora el informe presentado ante el tribunal indica que fue un procedimiento correcto. El problema es que, si no hubieran cambiado la contraseña, ahora podrían tener acceso a los contenidos del teléfono.

Vía: EnGadget.