En el apartado de la seguridad ninguna compañía está exenta de tener vulnerabilidades. Lo sabe muy bien los que desarrollan sistemas operativos, como Microsoft, Google o Apple saben a la perfección. Sobre todo con los problemas de espionaje de la NSA y su sistema de vigilancia PRISM. Pero si Apple tuvo que pasar por el aro en 2012 al sistema de vigilancia del gobierno, no está dispuesto a volver a hacerlo.

Según relata The New York Time, el Departamento de Justicia estadounidense intentó obtener acceso en tiempo real a las comunicaciones por iMessage de un sospechoso de haber cometido un crimen relacionado con drogas y armas de fuego. Apple respondió que no podía conceder el acceso porque el sistema está encriptado y por tanto no podían pinchar la comunicación.

La respuesta de Apple no gustó al Departamento de Justicia, que causó diversas conversaciones entre los miembros del FBI y Justicia para valorar llevar a Apple a juicio. Parece que han detenido sus planes por ahora debido a que de hacerlo sería una larga batalla legal.

El problema de fondo de iMessage es que los expertos en seguridad aseguran que, de quererlo, Apple podría espiar las comunicaciones de cualquier usuario. Apple distribuye las claves de cifrado de las conversaciones de manera centralizada, y por tanto para poder escuchar una conversación sólo tendría que asignarla una clave determinada de antemano. Compartir esa clave para el usuario con el FBI sería la forma de pinchar una comunicación en iMessage.

Vía: ZDNet.