Uno de los aspectos más intrigantes sobre el hackeo a Sony ha sido la rapidez con la cual las autoridades estadounidenses culparon al gobierno de Pionyang del ataque. El cómo llegaron a dicha conclusión se acaba de esclarecer, gracias a informaciones proporcionadas por comentarios de funcionarios de EE. UU., expertos en seguridad y a filtraciones realizadas la pasada semana por Edward Snowden.

La información empleada por la NSA para culpar los norcoreanos del ataque se recabó rápidamente ya que hace cuatro años se implantó malware en los sistemas de Corea del Norte para rastrear a sus hackers. Gracias a ello se ha sabido que el ataque comenzó el pasado septiembre, cuando los hackers consiguieron acceso a la red del estudio gracias a ataques de phising.

Sin embargo, la campaña de phising no levantó sospechas, debido a que consiguieron las credenciales de uno de los administradores de la red de Sony. Desde ese momento hasta noviembre, momento en que lanzaron el ataque, los cibercriminales estuvieron navegando por la red del estudio, familiarizándose con ella.

Quizás el ataque a Sony Pictures se podría haber evitado, pero al menos ya se sabe que efectivamente el ataque se originó en Corea del Norte, y afortunadamente Obama no lo consideró un acto de guerra. Por desgracia, esta revelación habrá puesto en alerta a Corea del Norte, redoblando su seguridad, y si intenta volver a atacar objetivos en Corea del Sur o cualquier otro lugar del mundo mucho más importantes que Sony Pictures, puede que no haya forma de evitarlo.

Vía: The Verge.