Samsung está pasando un año bastante duro en el sector de la gama alta con el Galaxy S4. Es bastante innegable con la gran cantidad de buenos teléfonos con Android de las demás compañías que se han puesto al día, Google incluida con el Nexus 5. Por eso los coreanos podría presentar el nuevo Galaxy S5 tan pronto como febrero (más probable marzo) con importantes novedades para revitalizar la gama.

Si hacemos caso de los rumores, el S5 llegaría con un procesador de 64 bits para competir directamente con al iPhone 5s de Apple, el primero en incluir dicha arquitectura en un dispositivo móvil. Además, mejorarían la cámara hasta los 16 megapíxels, e incluirían 3GB de memoria RAM.

El punto más interesante sería la batería de 4.000 mAh, que tendría que alimentar una pantalla de 5 pulgadas. Aunque en la filtración no citan la resolución, lo mínimo que podemos esperar son 1920x1080p, aunque sabemos que Samsung está trabajando en pantallas de 2560x1440 píxels que podrían también llegar al terminal. Se pondrían a la venta dos versiones: una de gama alta con carcasa de metal y pantalla AMOLED flexible, y otra de gama media-alta con carcasa de plástico.

Este hardware vendría muy bien para justificar un elevado precio (600 euros o más), pero realmente con Android 4.4 KitKat Google ha dejado claro que ya no vamos a necesitar tanto hardware en Android como antes. Por eso la combinación de procesador y memoria vendrían bien para gestionar aplicaciones propietarias de Samsung (como nuevas aplicaciones de edición de vídeo y fotos) o juegos que hagan uso de OpenGL 3.0, que se empiezan a echar en falta en el ecosistema Android.

Si estos rumores son ciertos, sólo el tiempo lo dirá, y en tan solo tres meses. Pero más allá del hardware, lo importante es que Samsung se de un buen lavado de cara y no la vuelva a cagar haciendo una presentación retrógrada de su terminal buque insignia de la gama Galaxy como hizo con el Galaxy S4 en pleno Broadway.