La compra de Lucasfilm por parte de Disney prometía que la franquicia de Star Wars fuera explotada hasta la saciedad. Sin embargo, hasta la fecha no ha supuesto los grandes ingresos que parecía que le iban a proporcionar las nuevas películas, a excepción de El despertar de la Fuerza. Por un lado, Los últimos Jedi ha obtenido unos ingresos bastante menores —pero altos aun así— que la entrega precedente, siendo un fracaso en el segundo mayor mercado del mundo, China. Por otro lado, de las películas al margen de la saga principal, aunque Rogue One obtuvo un resultado muy bueno en taquilla, Han Solo: Una historia de Star Wars solo puede considerarse como un fracaso.

Hasta la fecha, la película protagonizada por Alden Ehrenreich ha recaudado solamente 342 millones de dólares en todo el mundo. Según se indica, estos pobres resultados han hecho que desde Lucasfilm se paralicen, al menos temporalmente, los planes para rodar nuevas películas sobre personajes conocidos por los aficionados. Esto no quiere decir que dejen de rodarse películas, pues el estudio pretende centrar sus esfuerzos en el episodio IX, en la trilogía de Rian Johnston, y en las películas de David Benioff y DB Weiss, los creadores de la serie de televisión de Juego de tronos.

Así pues, el estudio propiedad de Disney habría aplazado los planes de las películas protagonizadas por Obi-Wan Kenobi, Boba Fett, Lando Calrissian, y posibles secuelas de Han Solo. En caso de que estas indicaciones sean ciertas, siempre cabe la posibilidad de que el estudio simplemente esté parándose a repensar qué quiere hacer con las películas para conseguir meterse en el bolsillo al público y, si es posible, a la crítica, rodando nuevas películas más adelante.

Vía: Box Office Mojo, Collider.