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Microsoft distribuyó una actualización acumulativa de Windows 11 el pasado 26 de septiembre, y ahora empiezan a surgir voces que dicen que está provocando problemas en aplicaciones de terceros. Una de las principales es Adrenalin Software, el programa de configuración de las tarjetas gráficas Radeon de AMD, según se puede comprobar en los foros de la web de AMD. Específicamente con la versión 23.9.3 y con el parche KB5030310 de Windows.

Si hay una prueba que es muy utilizada para medir la potencia de los procesadores esa es Cinebench R23, aunque anteriores versiones también perfilaban la GPU. Maxon a vuelto atrás en el tiempo con la nueva prueba Cinebench 2024 porque vuelve a ser para CPU y GPU, lo cual puede ser algo muy positivo. La prueba de CPU de Cinebench R23 era independiente de la memoria, por ejemplo, y la nueva de GPU es independiente del procesador, por lo que permite comparar mejor entre sistemas operativos.

Nintendo usa un procesador que es un viejo conocido en Linux, por lo que para instalar este sistema operativo en un sistema cerrado como es la Switch lo único que se necesita es desbloquear el arranque. Es lo que ha hecho el locutor de Geekerwan, que no es algo novedoso, pero algo más lo es que ha instalado Ubuntu, una distribución de Linux, y que le ha hecho sobrefrecuencia al procesador de la Switch.

Los ratones de alto muestreo, como aquellos que lo hacen a 8000 Hz, no son demasiado frecuentes y suelen ser caros. Aumentan ligeramente la precisión, pero no lo considero como algo a buscar obligatoriamente, sobre todo por el sobrecoste que llevan aparejados. Ese muestreo se hace al envío de datos por USB, por lo que Microsoft ha indicado que había un fallo ya corregido que podía ralentizar los equipos en los que además un ratón de 8000 Hz, por ejemplo, hubiera otros dispositivos y procesos en segundo plano, por ejemplo micrófonos, cámaras, directos, programas de configuración de un teclado, etc.

Los algoritmos de cifrado utilizados para la activación de las distintas versiones Windows son los secretos mejor guardados de la compañía. Le va su dinero en ello. En un momento en el que Microsoft quiere que todos los usuarios se pasen a Windows 11, han conseguido reventar el algoritmo de activación para Windows XP, la versión llegada al mercado en octubre de 2001, hace casi 22 años.

Microsoft está apostando muy fuerte por la inteligencia artificial para Windows, como por otra parte era inevitable. Quiere embarcarse el primero en ello, porque en estas cosas tecnológicas el que pone primero el pie suele tener una ventaja notable frente a sus rivales, aunque no siempre asegura el éxito final. Sea como sea, las iniciativas de IA para Windows van a incluir el asistente Copilot, pero también otros pequeños cambios como los que va a introducir a la Microsoft Store.

Dentro de los cambios que se avecinan en junio para Windows 11 se encuentra algo que será de bastante utilidad para muchos, y una cosa que tendría que haber llegado antes. Se trata de añadir compatibilidad nativa con los archivos RAR, gz y 7z, habituales en el mundillo de internet, sobre todo si se tiene otro equipo con Linux o se utiliza a través de una máquina virtual.

Microsoft está apostando fuerte por la inteligencia artificial gracias a su acuerdo con OpenAI. La integración de GPT-4, el LLM que sirve de base a ChatGPT, en Bing le está dando buenos resultados, aunque en algunos aspectos la Bard de Google es mejor IA. Sea como sea, los planes de Microsoft por extender el uso de GPT-4 a Windows 11 tan pronto como junio en forma del asistente Copilot.

Microsoft está acelerando que los usuarios se pasen a la última versión de Windows, pero eso requiere de pasos intermedios como por ejemplo forzar que todos los usuarios de Windows 10 utilicen la versión mayor más reciente, la 22H2. Eso es lo que pretende la compañía para que a partir del 13 de junio de 2023 aquellos usuarios en las versiones previas estén fuera del sistema de asistencia técnica que proporciona la compañía. O sea, la actualización de seguridad de junio será la última para las versiones previas a la 22H2.

Los fallos en Windows son bastante habituales por lo complejo que es este sistema operativo, o cualquier sistema operativo porque son comunes en macOS, Linux o Android. Cualquiera. Pero Windows es muy utilizado y por tanto los fallos de seguridad que le afectan pueden ser potencialmente más problemáticos. Uno de los últimos fallos afecta al arranque seguro de Windows, que aparentemente se solucionó en enero, pero que se replicó en marzo como una vulnerabilidad relacionada. Pero es un problema con el que Microsoft va a tener que lidiar hasta el próximo año para poder solucionarlo del todo.