El problema recurrente del conector USB tipo C es que como tiene una capacidad base —la transferencia de datos— y luego una serie de extras que pueden estar presentes o no, al final no se sabe de qué es capaz salvo que se miren las características del equipo que incluya una toma. Microsoft intenta asegurar unos mínimos en su programa de certificación de Windows (WHCP), pero no creo que resuelva ese problema porque no todos los equipos pasan por él. Y también dudo que los usuarios finales vayan a aprenderse de memoria lo que aportará las nuevas exigencias del WHCP para el conector USB-C, así que habrá que seguir mirando las características del producto.
Al menos los productos WHCP que tengan un USB 3 tipo C tendrán que poder mostrar vídeo a al menos un monitor, con un mínimo de 4.5 W de carga, o 7.5 W en el caso del USB 3.2 que es siempre tipo C. En el caso de USB 4, que es también siempre tipo C, tendrá que entregar al menos 15 W —7.5 W si es una tableta—, y tendrán que poder mover dos monitores 4K a 60 Hz. También tendrán que poderse usar siempre en modo PCIe —tarjetas gráficas externas, por ejemplo—, y ser compatible con Thunderbolt 3, aunque la propia especificación USB 4 ya obligaba a ello.

Vía: TechPowerUp.