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Es octubre y la industria lo sabe, y como desde que acabó el verano es oficialmente Halloween y hay que dar miedo, sustos y todo eso, parece que hay que presentar seguidos todos los juegos de miedo. Si ayer volvía de entre los muertos la saga Silent Hill, hoy sale de la tumba una vez más Resident Evil 4, eso si, le han dejado bastante guapete para esta resurrección.

Aún recuerdo lo loco que se volvió el mundillo jugón cuando P.T. salió a la luz. Esa extraña demo de la que nadie sabía nada, pero que una vez conseguías resolver sus acertijos, se revelaba como una antesala para el futuro Silent Hills, desarrollado por el mismísimo Hideo Kojima; menudo pelotazo. Ocho años más tarde sabemos como terminaron Kojima y Konamy, y que Silent Hills nunca llegó a nada (excepto a un montón de especuladores vendiendo PS4 a precios absurdos). Desde entonces la saga había permanecido silent. Hasta hoy.

No me oculto, yo fui uno de esos adolescentes damnificado de la ola tunera: comprar la Maxi Tuning, ver las pelis de A todo gas, y por supuesto, jugar como si no hubiera un mañana a Need for Speed: Underground 1 y 2. Por suerte salí rápido de ese mundo sin casi secuelas. Pero he de reconocer que la semilla quedó plantada para siempre y a día de hoy sigo disfrutando de esas magníficas bandas sonoras, y mirando de reojo juegos que guarden relación. Y hoy se me ha escapado un ojillo.

La encuesta de hardware y software de Steam no es lo más fiable del mundo, pero al menos sirve para ver algunas tendencias —y para dejar algunos titulares, no lo voy a negar—. La correspondiente al mes de septiembre deja una bajada de 0.82 puntos porcentuales de los procesadores de AMD hasta acaparar el 31.24 % de todos los equipos que acceden a Steam, que son los puntos que ganan los de Intel.

El éxito de la saga de Capcom, Monster Hunter, a nivel mundial es indudable. Millones de unidades vendidas en PC y consolas, y todo un fenómeno de mercadotecnia en Japón, y poco a poco en el resto del mundo. ¿Qué pasa cuando un producto triunfa tanto?, que le crecen los enanos, y en este caso lo que le ha crecido a Capcom no es tan enano, porque tiene el tamaño de una empresa como Electronic Arts.

Que Sony haya decidido lanzar sus juegos exclusivos en PC es de lo mejor que me ha podido pasar estos últimos años; sobre todo ahora que sigue siendo misión imposible conseguir una PlayStation 5 a un precio decente. Poder disfrutar de Spider-Man y Spider-Man: Miles Morales en mi PC es algo que no os hacéis una idea el gusto que me da.

Valve nunca ha ido una compañía muy abierta en lo que a sus cifras y políticas se refiere, y casi todo lo que sabemos de Steam, sus ventas, sus tratos con las compañías y otros datos son por filtraciones, o por la maravillosa web SteamDB. Esta web ofrece datos de juegos más jugados o más vendidos basándose en la información que Steam tiene pública, aunque difícil de recopilar y mostrar.

La Steam Deck lleva ya unos meses en la calle, y aunque las opiniones son en su gran parte positivas, siempre hay peros que se oyen de boca de sus propietarios. La dificultad de configuración en ciertos juegos, el tamaño o la duración de la batería son algunos de ellos. Pero eran comentarios totalmente esperables, ya que no deja de ser un PC portátil. Sin embargo, ahora contamos con el poder de la nube (leer como si fuera una voz que viniera del cielo). ¿Y si existiera un dispositivo pensado cien por cien para jugar en la nube?

Después de meses de rumores, esperas y consumos locos, la serie RTX 40 de NVIDIA ya es oficial. Tras una corta presentación, la compañía ha querido sacar pecho y justificar los elevados precios de las nuevas RTX 4090 y RTX 4080 con una serie de nuevas tecnologías que sacan partido de todo lo que ocultan dichas gráficas en su interior. Ya conocemos el DLSS, que sube de versión, pero RTX Remix es algo nuevo y necesitaban un golpe de efecto para llamar la atención. Ese golpe es Portal con RTX.

No sé si habrá muchos jugadores de Los Sims entre nuestros lectores. No me oculto, y reconozco que fui jugador acérrimo en su primera y segunda entrega, donde me montaba unas películas dignas de Steven Spielberg. Además de dejarles encerrados en la piscina, por supuesto. A las siguientes entregas tan solo echaba un ojo a las noticias que iban saliendo, y estaba clara la jugada con la cantidad de actualizaciones que salían para Los Sims 4.