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Continuando los rumores del día sobre Intel y ese posible lanzamiento de los Rocket Lake S el 15 de marzo, hay uno que hace referencia a la puesta a la venta de los Alder Lake S, sus sucesores. En este caso se sigue apuntando a que estos procesadores serían presentados oficialmente en septiembre pero ahora se habla de que no se pondrían a la venta hasta diciembre. De manera genérica se ha venido hablando de que llegarían en el cuarto trimestre del año, y eso es información que ha insinuado la propia Intel.

Intel ha estado avanzando desde hace meses la llegada de los Core de 11.ª generación de sobremesa, denominados Rocket Lake S. Ha dado todos los detalles de lo que aportarán, incluido PCIe 4.0 y nueva arquitectura de núcleo Cypress Cove, e incluso ha mostrado una imagen del chip con ocho núcleos de procesamiento y una gráfica integrada X^e. Básicamente solo falta que anuncie los modelos concretos que integrarán esta renovación que seguirá fabricada a 14 nm. Aunque podría anunciarlos en breve, los últimos rumores apuntan a que se pondrán a la venta el 15 de marzo.

Dentro de la miríada de procesadores de 11.ª generación de sobremesa que está preparando Intel no deberían faltar los de bajo consumo, esos que tienen una potencia de diseño térmico (TDP) de 35 W en lugar de los habituales 65 W. Estos procesadores tienen unas frecuencias base y turbo máximo menores para reducir el calor/consumo, pero eso suele afectar sobre todo a la potencia multinúcleo. Un supuesto Core i9-11900T que ha aparecido en Geekbench 5 muestra que en mononúcleo igual la puntuación de los Ryzen 5000 de sobremesa de arquitectura Zen 3.

Dentro de los mil y uno rumores que están circulando sobre los próximos Rocket Lake de Intel hay uno que es curioso sobre la potencia de la unidad gráfica integrada que tendrán. Al menos un supuesto Core i5-11400 que habría pasado por 3D Mark y que habría alcanzado los 1053 puntos cuando el Core i5-10400 alcanza en la misma prueba los 693 puntos. Se trata de una mejora del 51 %, que sería un buen empujón de rendimiento para ciertos equipos más orientados a ofimática pero que aun así se quiera jugar un poquito.

Intel va a tener un año ajetreado en el terreno de los procesadores, tanto generalistas como gráficos, y la cantidad de rumores que hay da buena fe de ello. Algunos de ellos son los Tiger Lake H de nueva arquitectura para portátiles y fabricados a 10 nm que están dando buen resultado en su vertiente Tiger Lake U. La diferencia es que estos últimos son de hasta cuatro núcleos y los primeros de hasta ocho núcleos, por lo que hay cierto interés en ver cómo se trasladará la mayor potencia por núcleo a los videojuegos.

Intel es bien conocida por crear una infinidad de procesadores en cada generación en la que algunos solo se llevan 100 MHz o 200 MHz de diferencia. Hay situaciones en las que esas mejoras han sido suficientes para que la compañía saque ediciones especiales de los procesadores más potentes como el Core i9-9900KS. Tiene el mismo turbo que el Core i9-9900K, pero más margen térmico (127 W frente a 95 W) y 400 MHz más de frecuencia base. Ahora ha aparecido mencionado un «Core i9-10900KS» que me suscita varias preguntas.

Intel está preparando la renovación de sus procesadores de dos formas: nueva arquitectura para los más potentes (Rocket Lake S) y una renovación de la actual para los menos potentes (refresco de Comet Lake). Las noticias y rumores de los distintos modelos están siendo numerosas porque su lanzamiento será entre finales de este mes y principios del siguiente. En algunos países se están adelantando a las fechas normales de puesta a la venta, como en Malasia, donde los Comet Lake R ya han aparecido en diversas tiendas.

Dentro de la variedad de líneas de procesadores que actualmente tiene AMD en su catálogo se encuentran los Ryzen Pro. Son modelos orientados a los fabricantes de equipos originales, y sobre todo para equipos orientados a empresas debido a algunas características adicionales de seguridad, y un periodo de producción y asistencia extendido. Entre los nuevos que estaría preparando la compañía estaría un Ryzen 7 Pro 5750G, una unidad de procesamiento acelerado (APU) que son las que incluyen unidad gráfica.

La mejora que aportará Intel a su línea de procesadores Rocket Lake S tiene que ver con un aumento de las instrucciones por ciclo que ejecutan. Será la tónica general de los procesadores que sustituirán en numeración a los actuales Core de 10.ª generación, pero en los más potentes la mejora será mayor debido a que seguirá llevando al límite las frecuencias de funcionamiento. Por eso el Core i9-11900K alcanzaría un turbo térmico máximo de 5.3 GHz aunque en situaciones normales será menor en todos los núcleos. El resultado es que sigue apuntándose a que en Geekbench 5 va a superar los 1900 puntos.

El mercado de los procesadores de consumo está repartido entre Intel y AMD casi a partes iguales, o al menos así lo dibujan algunos estudios de mercado. Con los próximos lanzamientos de Intel en forma de los Rocket Lake y antes de final de año con los Alder Lake conseguirá igual en el primer caso y superar en el segundo al rendimiento de los procesadores de AMD. Pero hasta el próximo año no se espera que AMD lance su réplica y serán los primeros con arquitectura Zen 4 y llegarán en algún momento de 2022.