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Bethesda lleva tiempo trabajando en una versión de Fallout 4 que sea jugable en unas gafas de realidad virtual. Con anterioridad ha indicado que será totalmente jugable en RV, y que hay muchos aspectos que se pueden adaptar muy fácilmente, como el pip-boy, que estará disponible en cualquier momento en que el jugador mire hacia su muñeca.

Bethesda está ultimando un nuevo juego de tiros, mezcla de DOOM y Half Life, desarrollado en una estación espacial en la órbita de la Tierra. El protagonista de Prey, Morgan Yu, tendrá que detener a los alienígenas que estaban en la estación en observación, pero estos cuentan con poderes que Yu ha intentado copiar genéticamente durante sus estudios como científico en la estación.

Bethesda anunció en el E3 del año pasado que Fallout 4 y DOOM iban a ser llevados a la realidad virtual. Aunque los impacientes no están seguros de que Bethesda mantenga su palabra, el productor ejecutivo de Bethesda, Todd Howard, ha reafirmado que Fallout 4 llegará a la realidad virtual y que todo el contenido será jugable.

Fallout 4 es uno de los juegazos que dejó 2015, y se mantuvo como un superventas durante 2016. Pero ya en 2017, Bethesda está a punto de darle un buen remozado gráfico al juego, y uno que necesitará de los equipos más exigentes para poder moverlo.

El anuncio de Prey durante el E3 del año pasado dejó a la gente con ganas de saber más. La ambientación, una poco de cliché, sitúa al jugador en una base espacial llamada Talos I en la que ha sido tomada por unos seres alienígenas que han escapado de su confinamiento y ahora campan a sus anchas por la base espacial.

Con el lanzamiento de Dishonored 2 llegaron las quejas de los usuarios sobre el rendimiento del juego, y Arkhane Studio y Bethesda han tardado algo más de una semana en empezar a solucionar los problemas con el parche 1.1 disponible para instalar en Steam. Con él recomiendan utilizar los controladores Radeon 16.10.2 para las tarjetas AMD, y para las Nvidia el 375.95, recién distribuido por la compañía.

Cada vez que una gran compañía de videojuegos se decanta por crear un título de gran presupuesto original —que no pertenezca a una franquicia ya establecida—, lo celebro con gran énfasis porque actualmente el mercado está saturado de secuelas que innovan poco o nada.

En los últimos dos años ha habido multitud de titulares sobre juegos que salen a la venta con multitud de fallos graves, o incluso que no consiguen estar a la altura en cuanto a rendimiento respecto a las versiones de consola. El caso más grave hasta la fecha ha sido el de Batman: Arkham Knight, en la que Warner Bros. se vio obligada a retirar de la venta la versión de Windows.

Dishonored 2 es uno de los platos fuertes de esta temporada otoñal, y Bethesda quiere repetir el éxito que tuvo con la primera parte, que convenció a los jugadores con una mezcla entre sigilo, toma de decisiones y poderes increíbles que otorgaban a los jugadores una gran libertad de movimiento y de formas de acabar con los enemigos.

En un mercado donde las secuelas están a la orden del día, la llegada de un título nuevo y fresco como Dishonored se agradeció mucho en su momento. Vale que ahora ha caído en la secuelitis con Dishonored 2, pero al menos aporta algo de variedad a un mercado donde reinan franquicias que llevan lustros repitiendo su fórmula con poca frescura.