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NVIDIA vio truncada su compra de Arm por 40 000 millones de dólares por todas las trabas que le pusieron las agencias supervisoras de la competencia de Occidente. SoftBank, la dueña de Arm, quería dinero en efectivo para hacer frente a una inestable situación económica, por lo que la búsqueda de alternativas la va a llevar a lanzar a bolsa a Arm. Pero NVIDIA estaría negociando ser un inversor principal en esta llegada a bolsa, con lo que podría hacerse con una sustancial parte de la compañía.

Dentro de lo anunciado por Arm en la Computex 2023 se encuentran sus nuevas unidades gráficas, además de los nuevos núcleos de CPU. La primera de ellas es la Immortalis G720, que es para los procesadores de gama alta, con una quinta generación de su arquitectura que aborda varios frentes para mejorar su rendimiento frente a la Immortalis G715, la primera que presentó la compañía con unidades específicas para trazado de rayos.

Arm ha presentado novedades en el terreno de su propiedad intelectual en forma de tres nuevos núcleos ARMv9.2 que van a ir en los próximos sistemas en chip de alto rendimiento. Todo se engloba en sus soluciones completas de computación para 2023 (TCS23), que es un mero término de mercadotecnia bonita y con un lacito para venderlo mejor y que fue introducido en 2021.

Microsoft ha estado usando algún procesador preparado a medida para sus productos con arquitectura ARM, como el SQ1 de las Surface proporcionado por Qualcomm, y desde entonces ha habido rumores sobre el desarrollo de uno o varios procesadores propios de esta arquitectura. O sea, desde 2020 han sido habituales. Ahora se vuelve a recuperar para añadir algún indicio al respecto en forma de ofertas de trabajo.

El fiasco de la venta de Arm a NVIDIA ha dejado a SoftBank buscando formas de rentabilizar la compañía inglesa que compró en 2016 por 24 300 millones de dólares. Desde entonces se ha revalorizado, pero SoftBank necesita liquidez y eso pasaba por vendérsela a NVIDIA. Al fracasar, está buscando cambiar la forma en que cobra por sus licencias, y está haciendo otros movimientos que se veían como una forma de tener un buen estreno en bolsa. Eso se ha confirmado porque Arm ha registrado una oferta pública inicial (OPI) en los EUA.

La inglesa Arm es la responsable de desarrollar la arquitectura ARM que se usa en la mayoría de procesadores para dispositivos móviles, y una cada vez más creciente parte de los PC. Aparentemente el Financial Times avisa de que Arm habría creado un nuevo grupo de desarrollo de chips para no quedarse solo en palabras sino también en hechos, lo que les permitiría demostrar las mejoras de sus arquitecturas con algo físico y no solo con presentaciones de PowerPoint.

Intel está poniendo mucho empeño porque, esta vez sí, Intel Foundry Services consiga ser una filial productiva de la compañía. La anterior andanza en el sector de las fundiciones —fabricación de chips para terceros— terminó sin nada a destacar. Pero ahora la compañía no le hace ascos a otras arquitecturas, incluso la RISC-V, y nada para atraer nuevos clientes como Apple como colaborar con Arm para adaptar su proceso litográfico de 18 Å —18A en la jerga de Intel— a los requisitos de esos potenciales clientes.

Softbank lleva varios años intentando soltar lastre para corregir sus cuentas, pero el fracaso de venta de su filial Arm a NVIDIA ha hecho mella en la compañía. Gran parte de su negocio se centra en finanzas e inversión, y tras la crisis financiera global que se está gestando la compañía está acelerando conseguir más fondos. Esto pasaría por una oferta pública inicial (OPI), pero no haría solo esos cambios en la empresa. También estaría preparando aumentar los precios de sus licencias aplicándolas al precio final de los dispositivos y no al de los componentes que las usen.

El primer intento serio de llevar los procesadores de arquitectura ARM al ámbito del PC con Windows 8, pero no tuvo el éxito deseado. La necesidad de adaptar y compilar las aplicaciones desde la arquitectura x86 a la ARM imposibilitó su éxito. El primer gran éxito en este terreno han sido los MacBook Pro con procesador serie M de Apple porque, bueno, macOS e iOS ya no se diferencian tanto. Apple se aseguró que todas las aplicaciones funcionaran mediante un traductor llamado Rosetta 2. Pero estos procesadores no solo van a seguir creciendo en cuota por Apple, sino que los procesadores ARM para Windows y Linux también ganarán en ventas.

Últimamente China y EE. UU. vuelven a dar un montón de titulares debido al recrudecimiento de las prohibiciones de exportación a China de productos con tecnología estadounidense. Eso ha hecho que se añadan una treintena más de empresas a la lista negra comercial estadounidense, pero también ha activado una prohibición a la británica Arm respecto a las patentes de sus núcleos de CPU más modernos.