Microsoft relegó hace ya un tiempo a la Xbox a un segundo plano en favor de Game Pass, su servicio de suscripción a un catálogo de juegos siempre cambiante. Pero está ya más claro que nunca que la Xbox le importa poco con el anuncio de que va a llevar el Game Pass también a los televisores y que lo único que se va a necesitar para jugar es una aplicación en ellas o, en su defecto, un adaptador HDMI que fabricará la propia Microsoft. Ambos usarían el servicio de juegos bajo demanda xCloud, actualmente incluida en el Xbox Game Pass Ultimate.

La idea de la compañía es que cualquiera pueda jugar a cualquier cosa en cualquier dispositivo. En mi opinión, es torpedear aún más las ventas de su propia consola, sobre todo cuando ni siquiera tiene ya juegos exclusivos para ella. Salvo, claro está, sorpresas de última hora en el E3. Porque a Microsoft lo que le hacen falta son juegos exclusivos para Xbox, pero en realidad lo que está ofreciendo y va a ofrecer son juegos que están en Xbox y PC. La compra de Bethesda no va a cambiar esto, así que como el PC es necesario y la pandemia ha revitalizado sus ventas, lo que está poniendo en bandeja son ventas adicionales a Sony y Nintendo, complementos ideales al PC para el jugón que quiere probar los exclusivos de verdad de la PlayStation y la Switch.

De momento Microsoft está en conversaciones con los fabricantes de televisores para que incluyan una apli de Xbox en sus televisores que dé acceso a Game Pass y lo único que tenga que hacer el propietario es comprarse un mando. Pero al ser un servicio de juego bajo demanda lo que ocurre es que depende de las condiciones de internet para evitar tirones, saltos, pérdidas de conexión, etc. Estos servicios han demostrado que a la larga son frustrantes y no son un reemplazo, por ahora, de tener una consola o PC físicas para jugar.

Vía: The Verge.