Tanto Microsoft como Sony están ultimando sus próximas consolas, que llegarán previsiblemente en 2020, y ambas van a seguir en la senda de AMD para el procesador que incluirán. Están dejando claro que quieren consolas para jugar a 4K de manera fluida, y hay que entender por eso que tengan los 60 fotogramas por segundo. Microsoft ha ido un paso más allá al asegurar que se están centrando en que los juegos vayan a la tasa de fotogramas más alta posible.

En algunos casos es probable que también ciertos juegos funcionen a 144 f/s, que es algo que ya permite la Xbox One X, y también hay que tener en cuenta que ya permite la compatibilidad con FreeSync, por lo que la diferencia entre consolas y computadoras para jugar se está desvaneciendo poco a poco. Pero lo que ha querido dejar claro Phil Spencer es que «a la gente le encanta los 60 fotogramas por segundo, por lo que llegar a los 4K y 60 f/s es un objetivo para nosotros».

Ha vuelto a incidir en que la nueva Xbox, por ahora conocida como el proyecto Scarlett, está pensada para ejecutar todo el contenido previo de las distintas Xbox y los mandos, y sobre todo que funcionará a la perfección con los de Xbox One. Pero la mejora más imporante que introducen respecto a generaciones es la de los tiempos de carga de los juegos, que serán más que sustancialmente menores. Eso se deberá, como se ha indicado anteriormente, al uso de una unidad de estado sólido, y probablemente de tipo PCIe 4.0 de alto rendimiento.

Vía: EnGadget.