Es habitual que las compañías pongan en el mercado modelos de ventiladores «invertidos», entendiendo por ello que la parte del armazón central queda en la dirección de entrada de aire al ventilador en lugar de en la parte de salida. Este tipo de ventiladores son para que los modelos ARGB queden más vistosos sin la estructura en medio de la iluminación cuando se ponen, por ejemplo, en la parte inferior de una caja o en el lateral derecho.

ARTIC tiene varios modelos invertidos, y el P14 Pro Reverse A-RGB es de alto rendimiento, con sus 30 mm de grosor. Es un modelo del que hay que decir de entrada que tiene unas características ligeramente distintas del modelo normal, pero en la práctica, como indicaré a lo largo del análisis, no hay mucha diferencia de movimiento de aire.

Desembalado y características

El lote de tres P14 Pro Reverse A-RGB de ARCTIC analizado en este articulo llegan en una caja de cartón reciclado con una etiqueta mostrando toda la información necesaria de ellos. En este caso, y como es habitual en la compañía, eso incluye las características completas, incluida la información de los cables o el consumo máximo. Vaya por delante que sus características son distintas de los P14 Pro A-RGB.

Al abrir la caja se ven los tres ventiladores metidos con calzador, junto a una bolsa con doce tornillos para instalarlos. Los ventiladores en sí tienen gomas en los agujeros de montaje para evitar que la vibración pase a la caja, y los ventiladores en sí están compuestos de siete aspas con anillo lo cual permite concentrar más el flujo de aire. Las aspas son blacas en este caso para permitir la difusión de la iluminación ARGB. La separación entre el anillo y el marco del ventilador es pequeño, de 0.92 mm.

Cada ventilador tiene dos cable de unos 40 cm, uno para regular la velocidad del ventilador y otro para controlar la iluminación ARGB. Estos además tienen una toma hembra para poder conectarlos en cascada, lo cual añade unos 8 cm más de cable, lo cual simplifica mucho su montaje en una caja o en una refrigeración líquida.

El ventilador tiene un tamaño de 140 mm × 140 mm × 30 mm, que es el tamaño estándar para estos ventiladores. El peso está en unos 253 g. El ventilador gira a 400-2650 RPM, mueve un caudal de hasta 166.50 m3/h (98 CFM) y tiene una presión estática máxima de 5.1 mmH2O, siempre con la tolerancia habitual del ±10 %.

Su ruido en las condiciones medidas por ARCTIC, sean las que sean, es de hasta 25 dB. En un funcionamiento normal, y a máxima velocidad no tiene ningún tipo de componente aguda ni molesta, pero tienen un ruido alto, sobre los 47 dB medido a un metro del lateral del PC con la tapa quitada, que es como suelo hacer las mediciones de sonido. Su consumo normal se sitúa en unos 4 W, y el máximo es de 6.8 W a máxima velocidad.

Perfilado de rendimiento

Para las pruebas he usado un equipo con una caja H7 Flow de NZXT, un Core i7-12700K con una RTX 4090 de PNY, una fuente RM1000X Shift de Corsair, junto con una refrigeración Liqmaxflo 360 de Enermax. El consumo máximo de la CPU con OC (220 W) y el consumo máximo de la tarjeta gráfica (450 W) son más que válidos para probar la refrigeración en equipos de alto consumo. Puede llegar a los 550-600 W en ciertos juegos que puedan llegar a los 400-450 W, pero más veces que menos se suele quedar sobre los 350-400 W en juegos.

Lo que hago para probar unos ventiladores nuevos es ir al BIOS y configurar su curva de funcionamiento manualmente para buscar en qué punto no hacen ruido. Hay placas base que permiten gestionarlos desde la utilidad de su fabricante directamente en Windows. En este caso ese nivel es sobre el 40 % de la velocidad de funcionamiento, unas 1050 RPM. Un poco más arriba, al 49 %, se empiezan a notar un poco con un ruido de 31-32 dB. La temperatura ambiente durante las pruebas fue de unos 25 ºC.

En Cinebench R23, la CPU se mantiene sobre los 160 W de consumo, con la refrigeración de la CPU a unas 1020 RPM. El ruido del equipo es muy bajo, 30 dB o menos. Durante el día no se nota que el equipo esté funcionando, y de noche con la casa en silencio se puede notar algo, pero es un sonido muy muy bajo y obviamente nada molesto. La CPU se mueve en los 69-72 ºC (∆43-46 ºC), con algún pico muy esporádico a 75 ºC.

Si se pasa en el BIOS al modo «OC Tuner II», el consumo pasa a ser de unos 210-215 W en Cinebench R23, un incremento de 50 W, y que lleva el equipo a funcionar sobre los 86-89 ºC (∆61-64 ºC) con algún pico a 67 ºC con los ventiladores del radiador moviéndose a unas 1620 RPM. El ruido del equipo sigue siendo bajo, sobre los 35 dB, aunque ese ruido lo aportan los ventiladores del radiador porque estos de Noctua siguen con el mismo funcionamiento silencioso ya que están puestos a velocidad fija.

He probado a subir a 1400 RPM la velocidad de los ventiladores, y no hay diferencia en el rendimiento térmico. El procesador puede bajar un grado como mucho, y a máxima velocidad, con ese enorme ruido que hacen, se podrían rascar tres o cuatro grados, por lo que no veo necesario que los ventiladores funcionen a más de unas 1000 RPM.

Cuando se pasa a juegos, como Cyberpunk 2077 en el preajuste 'ultra' a UHD, la GPU se centra en mantenerse sobre los 70 ºC (∆45 ºC), un poco menos, con un consumo de la tarjeta gráfica de unos 350-400 W, y la CPU está sobre los 50-60 ºC (∆25-30 ºC) dependiendo del momento y del juego, con un consumo sobre los 100 W. Así que estos ventiladores son más que suficientes para refrigerar con solo tres una caja que incluya una refrigeración líquida.

Conclusión

Hoy en día, los equipos de alto rendimiento no necesitan una enorme cantidad de ventiladores para que la CPU y GPU se mantengan a unas temperaturas moderadas o incluso bajas. Modelos de alto rendimiento como estos P14 Pro Reverse A-RGB de ARCTIC lo demuestran gracias a ese grosor adicional que tienen, 30 mm frente a los habituales 25 mm, y a que son de 140 mm, lo cual les permite mover más aire con menor velocidad lo cual se traduce en menor ruido.

Además el diseño de los ventiladores es más que bueno, ya que las aspas tienen anillo que permite concentrar más el aire hacia el centro del ventilador en lugar de que se escape hacia los laterales como ocurre en aquellos que no tienen anillo. Se usan mucho en los ventiladores de las tarjetas gráficas de alto rendimiento, y no había ninguna razón para que los ventiladores de caja o radiadores no tuvieran este diseño.

La ventaja principal de estos ventiladores es que al estar invertidos su ARGB va a verse mejor dentro de una caja, que es lo que buscan muchos para su equipos. Son ideales para las cajas que tienen espacio en el lateral derecho o parte inferior, por ejemplo, aunque en la práctica tampoco es que se vayan a necesitar muchos ventiladores para refrigerar incluso un equipo de alto rendimiento como el que uso para las pruebas de la web.

Pero aquellos que necesiten este diseño, porque vivan en zonas muy calurosas en verano o quieran las temperaturas más bajas posibles en sus equipos añadiendo más de los habituales tres o cuatro que se usan en la mayoría, tendrán en los P14 Pro Reverse A-RGB unos ventiladores ideales, por su alto rendimiento térmico y por su vistosidad para ciertas posiciones más atípicas para los ventiladores, aunque cada vez esas posiciones sean más frecuentes.