Lip-Bu Tan ha tomado medidas más drásticas que Pat Gelsinger para reflotar Intel, aunque este último tuvo que despedir a miles de trabajadores. Pero Tan está haciendo una auténtica escabechina dentro de Intel al eliminar principalmente puestos intermedios que no sacan trabajo real en la empresa y solo añaden burocracia. Después de unos cuantos miles de despidos durante 2025 y el recorte de infinidad de proyectos, la compañía ha notificado unos ingresos de 12 900 M$ en el T2 2025.
Eso significa que ha mantenido los del año pasado, pero tiene varios problemas entre manos. Por ejemplo, que el margen bruto ha caído al 27.5 % frente al 35.4 % del mismo trimestre de hace un año, lo cual haría inviable la compañía en el corto plazo. Además, las pérdidas han sido de 2900 M$, lo cual supone un aumento del 81 % respecto al T2 2024. La inversión en I+D ha caído a los 4800 M$ frente a los 5600 M$ de hace un año, y todo apunta a que la compañía va a tener que hacer aún más recortes.
El problema es que no tiene ningún procesador competitivo frente a los Ryzen y EPYC de AMD, así que captar clientes sin tocar el precio es complicado. Que es por lo que Intel ha estado bajando el precio de muchos procesadores durante los últimos meses, lo cual ha llamado la atención de algunos compradores, pero no de los suficientes.
La división de Computación de Cliente aumentó sus ingresos hasta los 7900 M$, mientras que la de Centros de Datos e Inteligencia artificial bajó ligeramente hasta los 3900 M$. Intel Foundry sigue siendo un pozo sin fondo en el que pierde dinero, con unos ingresos de 4400 M$ y unas pérdidas de 3200 M$. Es un gasto de autoconsumo, así que queda amortizado por las ventas de Intel, pero aun así el futuro de la fundición es incierto si no consigue captar clientes importantes. El resto de ingresos de la compañía fue de unos 1000 M$.