Las empresas están enfrascadas en mejorar el movimiento de información dentro de los centros de datos por lo que se está recurriendo cada vez más a conexiones de fibra óptica. No es algo extendido porque se necesitan por ejemplo también procesadores que manejen estas conexiones, pero se está en ello. La idea es deslocalizar más la ubicación de cada componente: CPU, aceleradoras, almacenamiento, memoria… Kioxia ha avanzado por el lado de las SSD con una conexión óptica para un modelo con PCIe 5.0.
Esta conexión permite que la SSD funcione sin degradación de rendimiento hasta a cuarenta metros de distancia, pudiendo crear un clúster de almacenamiento por separado del servidor. La ventaja es que un clúster solo de almacenamiento consume menos en refrigeración y es mucho más raro que pudiera darse limitación térmica. También libera los servidores para introducir más memoria, procesadores o aceleradoras en ellos. Es un proyecto cofinanciado por el Gobierno japonés, pero que necesitará que los propios servidores se adaptaran a la conexión óptica.
Abajo se puede ver esta SSD con el conector PCIe 5.0 óptico, por lo que no usa el M.2 aunque el tamaño de la SSD parece similar al M.2 2280. El sistema de integración óptica es un Optinity, que está desarrollado por Kyocera, con un transceptor óptico IOCore de AIO Core.

Vía: Tom's Hardware.