La producción de las partes que componen un escáner litográfico con el que se producen los chips es laboriosa porque además el fabricante tiene que instalarla por cachos en la fábrica de su cliente. El aumento de demanda de producción de chips, a pesar del desplome del sector consumo durante casi un año, y la inflación han hecho que ASML, el principal fabricante que acapara hasta el 80 % del mercado de escáneres litográficos, haya subido sus precios. Además, su próxima maquinaria puntera, los de alta apertura numérica (AN), tendrían un coste más exacto de 380 millones de dólares o 350 millones de euros.

Al menos así lo asegura el Taipei Times, que además indica que un escáner de alta AN pesa tanto con dos aviones A320 de Airbus, lo cual son unas 150 toneladas. Se envía a la fábrica del cliente en 250 cajas y contenedores, y su instalación precisa de 250 técnicos y seis meses. A pesar de su precio, las reservas de estos escáneres de alta AN ya ascenderían a entre diez y veinte unidades, habiéndose empezado a montar dos, uno para Intel y otro para Samsung.

El problema de ese alto coste, que ASML ha intentado justificar a pesar de las duras críticas del sector, es que va a tardar en ser adoptada de manera general. Intel lo hará para su proceso de 1.8 nm que no llegará hasta 2026, o 2025 como pronto, mientras que TSMC no se espera que la use hasta su proceso de 1 nm que debutaría en 2029.

La alta apertura numérica, de un valor de 0.55, hace referencia a cómo se concentra la luz para transferir los múltiples fotolitos de que se compone el diseño de un chip a las obleas. A mayor apertura numérica, más concentrado es el haz y más potencia tiene, por lo que se pueden transferir diseños con líneas más pequeñas y mucho más detalladas. La alternativa es usar la maquinaria de «baja AN», de un valor de 0.33, para dividir el detalle en dos o más fotolitos, la técnica de patrones múltiples, lo cual lleva más tiempo y reduce la productividad porque hay más posibilidad de provocar fallos en la transferencia de los fotolitos.

La principal queja de los fabricantes de chips es que el primer escáner EXE:5000 de alta AN apenas mejora el procesamiento de obleas, 185 a la hora frente a 170 con poca reducción en el tiempo de procesamiento por oblea, por lo que a TSMC no le compensa el alto coste de la maquinaria o tendría que disparar el precio de las obleas que vende. Cada máquina requiere de más espacio en las fábricas y más mantenimiento, lo cual supone costes indirectos mayores.

Vía: Tom's Hardware.