Google anunció su inteligencia artificial generativa (IAG), Bard, después de la ChatGPT de OpenAI pero ha agradado bastante más en diversos aspectos. En otros, como la codificación, no ha estado tan fina, pero Google está haciendo mejoras tan rápido como puede, y tan rápido como el modelo de lenguaje puede ser entrenado para los cambios. Ahora Bard ha obtenido la capacidad de responder preguntas escribiendo y ejecutando código.

La compañía ha puesto un ejemplo en el que se pide a Bard invertir una palabra, para lo cual la IA escribe un trozo de código y lo ejecuta, dando el resultado. En este caso no usa el sentido común que dictaría su red neuronal, sino Python, mostrando también el código utilizado. Bard usará este acercamiento para las preguntas que tengan que ver con cálculos.

Google explica que las IAG son buenas a la hora de comunicarse pero peores a la hora de razonar por cómo funcionan los grandes modelos de lenguaje (LLM) con las que se han creado. Eso requiere de una intervención directa para mejorarlas en ese terreno, con entrenamientos adicionales, y nada mejor que el que se puedan apoyar de la lógica como es escribir código y poder ejecutarlo para conocer el resultado.

Pone de ejemplo los dos tipos de pensamiento, uno rápido y uno lento, usado por la mayoría de la gente. El rápido es improvisación, para lo cual Bard es bueno, como pueda ser improvisar al tocar jazz. El lento requiere de un esfuerzo deliberado, como al hacer una división larga o aprender a tocar un instrumento. El pensamiento lento es el que ahora la compañía ha mejorado.

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Fuente: Google. Vía: Ars Technica.