El precio de la GDDR6 ha sido uno de los principales motivos por los que en los últimos años los precios de las tarjetas gráficas se han mantenido altos. Pero con todo lo que ha pasado y con la economía estando como está, y no precisamente «como una moto», el precio de la memoria GDDR6 está en mínimos tras un desplome desde principios de año.

Si en febrero cada giga de GDDR6 costaba en torno a los 13 dólares, ahora cuesta solo unos 3.5 dólares. Prácticamente cuesta un 25 % de lo que costaba a principios de año. La siguiente gráfica recoge la evolución del precio en la que se ve mejor esa evolución. Y no es que ese precio esté siendo trasladado a los nuevos modelos de tarjetas gráficas para la gama media, añadiéndole más VRAM.

Quizás haya sido con la idea de poder bajar más su precio manteniendo un decente margen de beneficios, o que simplemente el diseño de los chips estaba hecho desde bastante antes de que fuera evidente el desplome del sector. Se necesita prácticamente un año para la producción de un chip desde que el diseño de sale de fotolitos, por lo que lo puedo entender. Durante 2021 y 2022, incluir 16 GB de GDDR6 a una tarjeta gráfica suponía prácticamente 200 dólares.

Lo que está claro ahora mismo es que los 8 GB de VRAM de las tarjetas de gama media no van a asegurar que se pueda jugar a máxima calidad, ni siquiera a FHD, con tarjetas gráficas potentes, por lo que espero que la siguiente generación de tarjetas gráficas de NVIDIA, AMD e Intel, tengan un sustancial aumento de la VRAM, al menos 12 GB para la gama media.

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