Netflix está reorganizándose para hacer frente a un flojo 2022, anunciando cancelaciones de series y películas con la intención de centrarse en la calidad de sus producciones. Es una cosa curiosa que una empresa diga de manera indirecta que ha estado produciendo mierda. Más vale que la compañía tenga éxito en ello porque en el primer trimestre solo aumentó en 1.75 millones sus suscriptores, alcanzando los 232.5 M a nivel mundial. Además lo hace en un momento en el que está redoblando esfuerzos en acabar con la compartición de cuentas.

Entró hace una semanas en efecto en Canadá, Nueva Zelanda, Portugal y España, y por tanto ya he cancelado mi suscripción a Netflix. Con quien tenía compartida la cuenta ya no pueden acceder, así que adiós, Netflix: me tomaré una cerveza al mes a tu salud. Algo así ocurrirá en EUA, donde la compañía también ha introducido el control de compartición de cuentas. Los estadounidenses harán lo mismo, pero claramente no lo celebrarán con una Bud Light sino con una cerveza de cualquier otra marca, que últimamente los boicots en el país están a la orden del día.

Tras 25 años la compañía ha anunciado el cierre de su servicio de alquiler de DVD por correo porque, bueno, ya casi nadie usa DVD y apenas ingresaba nada por ello. Es el negocio con el que la compañía echó a rodar hasta hace unos quince años que empezó con el servicio de retransmisión. La fecha de defunción es el 23 de septiembre de 2023.

La información procede de la presentación de resultados del T1 2023, en el que ha ingresado 8162 M$ con un margen operativo del 21 % frente al 7 % del T4 2022, y unos beneficios de 1305 M$. Aunque ha aumentado ligeramente los ingresos interanualmente, los beneficios han caído por unos mayores costes de adquisición. Los ingresos cayeron un 10 % en Europa, Oriente Medio y África, aumentaron un 2 % en Latinoamérica, un 10 % en Angloamérica, y cayeron un 17 % % en Asia-Pacífico.