EE. UU. lleva unos años de guerra fría tecnológica con China que está afectando sobre todo a la producción de chips. Las empresas del país asiático son incapaces de adquirir la maquinaria litográfica avanzada que necesitan, pero recientemente Biden ha empezado a controlar también la maquinaria para producir con procesos litográficos maduros. El principal fabricante de chips del país, SMIC, empieza a renquear en el terreno de la producción porque es incapaz de adquirir nueva maquinaria avanzada. Eso es lo que casi seguro ha hecho que retrasar la puesta en servicio de una de sus fábricas en desarrollo.

SMIC tiene la tecnología para producir con un proceso litográfico de unos 10 nm pero es incapaz de hacerlo al volumen necesario para sus clientes debido a los bloqueos estadounidenses. Por eso tiene planeado abrir una fábrica cerca de Pekín, en la localidad de Jingcheng, que producirá obleas a 28 nanómetros. Pero ha tenido que retrasar su apertura en torno a seis meses debido a la incapacidad que tiene de hacerse con el equipamiento necesario, según ha indicado en un comunicado. Probablemente por los nuevos trámites para la maquinaria litográfica madura, que no está vetada pero sí está sometida a una densa burocracia para solicitar permisos de compra y exportación a China.

La compañía china tiene proyectadas otras tres fábricas situadas en las regiones de Shanghái, Shenzhen y Tianjin que iniciarán la producción de al menos 100 000 obleas mensuales de 300 mm. SMIC podría abastecer la fábrica de Jingcheng con maquinaria producida en torno a un 40 % en China, pero el resto la necesita importar. Con los vetos estadounidenses lo único que está consiguiendo es espolear el desarrollar de maquinaria litográfica china. En dos años podrían estar instaladas las primeras máquinas para fabricar por debajo de los 10 nm, con lo cual reduciría enormemente su dependencia de la maquinaria litográfica extranjera.