El culebrón de Twitter ha terminado con final feliz, aunque no deja de ser una apuesta arriesgada por parte de Elon Musk. El multimillonario se ha hecho finalmente con el control de la compañía tras asegurar el pago de los 44 000 millones de dólares del acuerdo, y lo primero que ha hecho es despedir a la actual dirección. Empezando por el incapaz de Parag Agrawal, el que era hasta ahora director ejecutivo de la compañía.

Le han seguido el director financiero y otros miembros de la dirección, con la intención que tiene Musk de sacar a Twitter del ámbito público para convertirla de nuevo en una empresa privada. No ha sido una ronda de despidos fácil, ya que uno o más directivos han tenido que ser acompañados a la puerta por el personal de seguridad. Sin la atención de las agencias reguladoras podrá hacer y deshacer a su antojo dentro de la compañía, que es básicamente lo que quiere.

Aparentemente Musk ha llevado a algunos de sus programadores de Tesla para valorar el código de la plataforma para empezar a meterle mano. De hecho Musk ha dicho en más de una ocasión que su intención es hacerlo de código abierto con la idea de mejorarlo y que los usuarios e investigadores comprendan mejor cómo funciona. Lo que ha dejado claro a los empleados es que no va a despedir al 75 % de la plantilla como aseguró el Washington Post.

Vía: Ars Technica.