ASML es la principal compañía en venta de maquinaria litográfica puntera y por tanto es indispensable para las empresas chinas hacerse con la mayor cantidad de estas máquinas como sea posible. Pero los principales fabricantes de chips de China ya tienen prohibida la adquisición de esta maquinaria, específicamente la de luz ultravioleta extrema (UVE) por un veto de EE. UU., y ahora Biden quiere que se extienda a las de luz ultravioleta profunda (UVP). Para ello está en conversaciones con el Gobierno de Países Bajos, que es quien lo debería llevar a cabo.

El problema que en la mente de la Momia suena bastante bien es que si bien ASML sí es el único productor de maquinaria litográfica para luz UVE, no es el único para luz UVP. Tampoco es que sean muchas más empresas —son dos, Canon y Nikon—, por lo que un veto de las ventas de ASML a las empresas chinas sería una pequeña piedra en el camino pero fácilmente salvable. Incluso hay empresas chinas que están desarrollando maquinaria de luz UVP, y no les llevará más de uno o dos años producirlas. Pero el no poder expandir la producción de chips durante ese tiempo va a tener un efecto fatal en los planes de la autosuficiencia en la producción de chips de China para 2025.

El Gobierno neerlandés es posible que no tenga claro este veto porque supondría que ASML dejara de ingresar unos 3000 millones de dólares, con la consiguiente tajada en impuestos que se lleva Países Bajos. No está el horno para recortes presupuestarios.

La idea de la gente de la Momia es retrasar a China lo máximo posible en el desarrollo de chips de supercomputación y sobre todo los de aplicación militar, ya que deben ser fabricados en China y con los algoritmos de cifrado usados por ellos. Cuestión aparte es si ASML y Países Bajos aceptan pasar por el aro de Biden gratuitamente, porque no está claro que ASML pudiera recolocar su maquinaria a otras empresas en menos de un año. La maquinaria litográfica se compra con una antelación de un par de años por la sobredemanda que tiene ASML, y así también tener tiempo a construir nuevas fábricas o hacer hueco en las ya construidas.

Pero como todo lo que piensa la gente de la Momia, compañías como SK Hynix, Samsung o YTMC producen chips de DRAM y NAND 3D en China, o incluso TSMC, y eso es a través de compañías compartidas con empresas chinas. Si Samsung o TSMC no pudieran expandir su producción en China provocaría un aumento de costes de producción por tenerla que llevar a otros países con costes de producción más caros y retrasaría los planes de expansión de las compañías occidentales metidas a producir en China.

Es como la historia de prohibir la compra de petróleo y gas a Rusia que está teniendo como efecto un aumento absurdo del precio de la gasolina y la energía en occidente y que nos va a llevar a una recesión sin haber afectado a Rusia lo más mínimo. Nunca se ha derribado a un Gobierno con sanciones económicas —Cuba o Venezuela por poner dos claros ejemplos— y nunca se hará. Esto que planea la Momia, si sale adelante, tendrá el mismo resultado: afectará un poco a China pero mucho más a los países occidentales.

Vía: Tom's Hardware.