Los que aún conservan equipos antiguos con discos duros, la mejora actualización que se les puede hacer es ponerles una SSD. El cambio se nota inmediatamente. Eso, que ahora mismo es un gasto pequeño, no va a ser necesario a partir de 2023 ya que Microsoft estaría hablando con los fabricantes de equipos originales (OEM) para que no los vendan con un disco duro cuando incluyan Windows en ellos.

Tampoco es que haya muchos equipos que se vendan ahora mismo con un disco duro, pero alguno queda, sobre todo en países en vías de desarrollo o cuando se quiere algo muy barato con una capacidad de almacenamiento razonable, sobre todo para el sector empresarial. Esto último es increíble pero cierto, porque todavía se suelen provisionar portátiles en empresas grandes con discos duros… y 8 GB de RAM. Desastre asegurado.

Microsoft habría intentado forzar la prohibición de los discos duros para este año, pero los OEM se le habrían puesto en contra. Me imagino que por temas de los contratos que tengan vigentes con los proveedores, y porque la alternativa es poner una memoria flash de 64 GB (eMMC) más cara que un disco duro de 500 GB, que no llega a ser una SSD pero es bastante más rápida que un disco duro.

Aparentemente este requisito para los equipos con Windows entraría en vigor en 2023, o 2024 como muy tarde. Por entonces no parece que vaya a ser un gran problema, sobre todo porque la memoria NAND está bajando cada vez más de precio y parece que se va a mantener así en los próximos años.

Vía: Ars Technica.