Una de las tecnologías que ha traído a los PC los procesadores Alder Lake de Intel es la memoria DDR5. Es una importante mejora frente a los módulos de DDR4, pero no está exenta de problemas debido a que solo lleva unos meses en el mercado. En este artículo analizaré dos módulos XPG Lancer de ADATA que funcionan a 5200 MHz, y que son bastante buenos. Comentaré algunos problemas que no tienen que ver con los módulos sino con las propias placas base.

Videoanálisis

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Desembalado y características

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Para este análisis he recibido un par de módulos Lancer de XPG, la marca jugona de ADATA, los cuales llegan en cajas independientes. Su presentación es bastante buena, en color rojo con una bandeja de plástico transparente. Cada módulo es de de DDR5 funcionando a 5200 MHz, con unos subtiempos de 38-38-38-76 funcionando a 1.25 V.

Los módulos tienen un color negro, y en este caso no disponen de iluminación aunque estos Lancer DDR5 tienen una versión que integra varios ledes RGB de iluminación personalizable. Tienen un disipador de aluminio y solo hay chips de memoria DDR5 en una de las caras de la placa de circuito impreso.

Sobre la DDR5

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La DDR5 tiene cambios importantes a nivel interno frente a la DDR4 para hacerla más eficiente y mejorar el ancho de banda disponible. Estos módulos incluyen sus propios chips de gestión de energía, los propios chips de DDR5 integran código de corrección de errores (ECC), y funcionan directamente en doble canal al tener dos diferenciados de 32 bits en lugar de uno solo de 64 bits. En realidad son canales de 40 bits porque hay que sumarle 8 bits para el ECC, pero eso no se tienen en cuenta para el ancho de banda de los módulos.

Al disponer de dos canales, con un solo módulo esta memoria funcione en doble canal. Si se ponen dos módulos, funcionará en tetracanal, con las ventajas que ello aporta y que por la arquitectura de la DDR5 es mucho más significa.

Pero al ceder el testigo del control de energía a los módulos se crea una casuística muy amplia en la combinación de placas base y módulos de memoria. Comercialmente llegan desde los 4800 MHz, frente a los 3200 MHz típicos de la DDR4, por lo que es un 50 % más de ancho de banda.

Actualmente los mejores módulos alcanzan los 6400 MHz, pero lo que debería ser algo tan sencillo como poner el módulo en la placa base, seleccionar el perfil de memoria en el BIOS y reiniciar, es algo bastante más impredecible.

Antes de las pruebas

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Para probar los XPG Lancer de ADATA he recurrido a una placa base Z690-P de ASUS y al procesador Core i5-12400F, el mejor para jugar sin dejarse un riñón, y acompaña bien a la RX 6800 XT que he usado en las pruebas en juegos.

Pero en su puesta en marcha he empezado a tener problemas con las placas base. El primero ha sido que al poner los módulos, el BIOS no los reconocía funcionando a 5200 MHz sino a 5067 MHz seleccionando cualquiera de los dos perfiles de memoria que tienen grabados.

Afortunadamente, ASUS distribuyó una actualización del BIOS con «mejoras de rendimiento» el día en que recibí la placa base. Tras ello se abrieron más opciones para gestionar los módulos XPG Lancer y los reconoce bien a su velocidad de 5200 MHz.

El siguiente problema ha tenido que ver con la estabilidad del sistema. Con el perfil por defecto de los módulos no supera las pruebas de estabilidad, por lo que me pasé varias horas probando qué ocurría y haciendo pruebas, tratando además de encontrar la solución más fácil para usar los módulos.

Al principio probé a subir prácticamente todos los voltajes porque los problemas de estabilidad suelen estar derivados de ello. Si bien conseguí la estabilidad buscada, el rendimiento en juegos era deficiente en muchos títulos, por la razón que sea. Quizás por un tema de temperatura de los chips al tener subido el voltaje. Comparada con la DDR4, en juegos pro-DDR5 como Horizon Zero Dawn quedaba mal situada.

Por eso opté por empezar a forzar los subtiempos y otros valores del BIOS. Al final, la solución más sencilla que buscaba era modificar la latencia CAS y los tres principales subtiempos, pasando de 38-38-38-76 ciclos a 1.25 voltios a unos subtiempos de 40-40-40-82 ciclos a 1.3 voltios. Es posible que se pueda afinar mucho más los subtiempos, por ejemplo bajando los tres primeros y subiendo bastante más el cuarto.

Lo que hay que tener en cuenta de la DDR5 es que los principales subtiempos no afectan tanto al rendimiento de los módulos como afectan a la DDR4, lo cual puede resultar un poco antiintuitivo. Quizás muchos ante este problema optarían por ejemplo por bajar la frecuencia de los módulos a 5000 MHz dejando los subtiempos sin tocar, pero perderían bastante más rendimiento que con los parámetros que he elegido.

Tras encontrar esta solución satisfactoria aunque lejos de la ideal, me lancé a internet a ver qué estaba ocurriendo con la DDR5. No parece ser un problema limitado a un fabricante de placas base y ni siquiera a unos módulos o procesadores en concreto. Igual pasa con un Core i3-12100 que con un Core i9-12900K en una placa base de 150 euros que de 500 euros. Con la Z690-P, igual da problemas con unos módulos de Corsair o G.Skill a 5200 MHz que con estos de ADATA XPG a 5200 MHz, por lo que no es un problema de los módulos en sí.

Simplemente es un problema generalizado de inestabilidad. Es el fruto de una tecnología nueva con cientos de placas base de distintos fabricantes y componentes incluidos y de decenas de módulos con chips de DDR5 con distintos valores de funcionamiento y distintos PMIC.

Todo lo dicho anteriormente para la Z690-P de ASUS lo puedo decir punto por punto igual para una ROG Strix Z690-E Gaming de la misma compañía. Desde el BIOS inicial que solo ve los módulos funcionando a 5067 MHz hasta la solución para obtener estabilidad.

Para evitar al máximo este problema os recomiendo que miréis el listado de módulos de DDR5 compatibles con la placa base que vayáis a comprar para no tener sorpresas desagradables. En otro caso, si tenéis problemas os recomiendo tocar primeramente los subtiempos principales y aumentar ligeramente el voltaje para buscar la máxima estabilidad.

Pruebas

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Para analizar estos módulos he usado un equipo de pruebas con un Core i5-12400F, placa Z690-P de ASUS y una RX Vega 64, además de una serie de módulos adicionales con los que comparar sus resultados. Por tanto, los módulos probados y sus latencias son:

  • XLR8 Gaming Epic X (PNY): 2× 8 GB, DDR4-3200, CL 16-18-18-38
  • Spectrix D60G (ADATA XPG): 2× 8 GB, DDR4-3200, 16-20-20-39
  • Ballistix Sport (Crucial): 2× 8 GB, DDR4-3200, 16-18-18-36
  • Lancer (ADATA XPG): 2× 16 GB, DDR5-5200, 38-38-38-76

Dicho lo anterior, y una vez que he tenido los XPG Lancer funcionando de manera estable en la Z690-P de ASUS, he podido tomar diversos valores de funcionamiento.

Los primeros son de AIDA64 para comprobar la latencia de los módulos y su ancho de banda en escritura.

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Las siguientes pruebas tienen que ver con tres juegos que tienen más claramente más rendimiento frente al uso de DDR4 a 3200 y 3600 MHz. Son juegos beneficiados por el mayor ancho de banda de la DDR5, pero hay muchos otros juegos que no se ven beneficiados o que directamente pierden rendimiento frente a la DDR4. En esos casos es porque la DDR4 tiene menor latencia que la DDR5.

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A continuación tocan dos pruebas más enlatadas como son 7ZIP o Cinebench R23. En la primera pueden rendir más que los módulos de DDR4 y en la segunda es un ejemplo de aplicación en la que la velocidad de la memoria no tiene efecto en el rendimiento obtenido.

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La última prueba es en Handbrake, transformando un archivo de 4K en MP4 a FHD y MKV. No hay una gran diferencia de rendimiento, pero le afecta más que a otras.

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En cuanto a la capacidad de subida de estos módulos, he podido usarlos sin mayor problema a 5400 MHz con unos subtiempos de 40-40-40-82 subiéndolos a 1.35 voltios. Se puede ver que se puede ganar más rendimiento en los juegos, pero tampoco demasiado. Es posible que el procesador esté limitando el rendimiento de la tarjeta gráfica y que si se combinara con un 12700K se consiguiera aún más rendimiento, pero en este momento no tengo acceso a un procesador mejor.

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Una historia de puesta en marcha

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La llegada de la memoria DDR5 me ha recordado a los primeros pasos que dio AMD con la DDR4 en sus procesadores Ryzen. Necesitó un par de años en hacer que funcionaran correctamente con unos perfiles de memoria inicialmente pensados para los procesadores de Intel.

En esta ocasión es Intel la que está enfrentándose a la novedad de la DDR5 y a los problemas surgidos de ello, por lo que cuando lleguen los Ryzen 7000 de AMD tendrá casi todos los problemas solucionados. Suelen ser problemas que tienen que arreglar en parte los fabricantes de las placas base, pero el papel de Intel en ello también es importante al ser quien proporciona el microcódigo base del BIOS para la DDR5. Las últimas actualizaciones de BIOS de las placas base serie 600 tienen que ver con la mejora de la compatibilidad con la DDR5.

En cuanto a los módulos XPG Lancer de ADATA, que tendría que haber sido el tema central de este análisis y al final han compartido protagonismo con los problemas de las placas base con la memoria DDR5, son bonitos, algo grandes, pero aptos para cualquier equipo moderno. Tienen cierto margen de subida que según qué placa base debería ser de al menos 400 MHz. En las probadas para el análisis solo los he podido subir 200 MHz, pero me consta que en otras placas base sí han podido subirlas 400 MHz.

Los XPG Lancer son muy buenos módulos de RAM, pero la DDR5 no aporta ahora mismo una clara mejora de rendimiento en todos los juegos y situaciones frente a la memoria DDR4. En los juegos analizados en el artículo sí que tienen un efecto positivo, pero hay muchos otros en los que se pierde rendimiento. Al final del día la DDR5 aporta algo más de rendimiento que la DDR4, y es a partir de los 5600 a 6000 MHz donde empiezan a marcar diferencias.

Por último, os recomiendo mirar bien la lista de compatibilidad de módulos de RAM de la placa base con DDR5 que elijáis si queréis una puesta en marcha del equipo sin problemas. No es que vaya a dar realmente muchos problemas si compráis una no testeada por el fabricante de placas base porque solo se precisa modificar un poco los subtiempos en el BIOS para hacerlos funcionar a su frecuencia, pero muchos preferirán que sea ponerlos y funcionar según especificaciones.