Toshiba lleva tiempo soltando lastre debido a una mala situación económica como consecuencia de malas decisiones comerciales y de infortunios. Entre estos últimos está el desastre de Fukushima, ya que la compañía proporcionó algunos de los reactores de la central nuclear. Tras aquello, se dedicó a manipular las cuentas de la compañía, algo que no pasó desapercibido y por lo que fue condenada. Desde entonces no ha levantado cabeza, teniendo que vender parte de Toshiba Memory (actualmente Kioxia) al mejor postor. Ahora empiezan los últimos pasos para dejar atrás esa triste página de los casi 150 años de existencia de la compañía.

Los planes pasan por reorganizar las divisiones y dividirlas en tres compañías distintas: una de infraestucturas, otra de productos de electrónica, y la tercera que sería la propia Toshiba pero solo dedicándose a gestionar los activos en Kioxia y Toshiba TEC Corporation. El plan ha sido aprobado por el Consejo de Administración de la compañía y se espera que se culmine la reorganización en la segunda mitad de 2023.

La empresa de infraestructuras se encargará de la generación de electricidad, su transmisión y distribución, energías renovables, gestión energética, soluciones de infraestructura pública, ferrocarriles, industria, ahorro energético en edificios y soluciones de tecnologías de la información para agencias gubernamentales y compañías privadas.

La división de dispositivos incluirá cosas variadas como producción de semiconductores de energía, ópticos, circuitos integrados analógicos, discos duros de alta capacidad para centros de datos, y fabricación de maquinaria para la producción de semconductores.

Sobre la propia Toshiba, la tercera empresa, intentará vender su participación en Kioxia lo antes posible para conseguir efectivo para distribuirlo entre los accionistas de la compañía. Todas las compañías tendrán su propio consejo de administración para mejorar la toma de decisiones en cada compañía.

Vía: TechSpot.